Opinión

¡Abróchense los cinturones!

Flick y Raphinha celebraron el sufrido triunfo ante el Celta

Flick y Raphinha celebraron el sufrido triunfo ante el Celta / Associated Press/LaPresse / LAP

Este equipo tiene aura. Este grupo es genial. Remontar como lo hizo ayer a un enorme Celta está al alcance de pocos equipos. De un grupo con un gen ganador y un hambre de títulos insaciable. El equipo lo quiere todo y lo tiene todo para triunfar. Busca todos los títulos y cada vez el poker está más cerca. Ha elegido creer y nos pide que les acompañemos en esta maravillosa aventura final para la que hay que abrocharse los cinturones. Ellos se lo merecen.

A pesar del calendario infernal que idea Javier Tebas, una semana sí y otra también, los blaugranas sobreviven al límite del agotamiento y sacan fuerzas de flaqueza como ayer en la que fue una demostración grande, de equipo grande, de equipo campeón.

El equipo ha perdido algo de frescura, de piernas y de ideas en los últimos partidos, pero ni por esas deja escapar un partido o un punto en esta gran aventura futbolística que está siendo el año 2025. La victoria de ayer es de más de tres puntos, es de media liga, sí, de media liga. Con el Real Madrid en llamas, este triunfo no sofoca el incendio blanco, más bien lo aviva.

La remontada estaba en el Olímpico y no en el Santiago Bernabéu. Para remontar hay que creer y hay que tener alma, espíritu y….fútbol. El fútbol que pusieron con pinceladas enormes Pedri, De Jong, Olmo, Raphinha y Lamine Yamal.

Este equipo le está dando tanto al barcelonismo que hay que devolvérselo con cariño y apoyo. Ayer la grada del Olímpico vibró como creo que no había vibrado nunca en esta temporada. Sufrió, gozó y estalló con el éxtasis final del penalti de Raphinha, justo premio a un equipo con alma de campeón y que empieza a ponerse los ropajes de campeón de liga.

El Celta justificó con creces que es el séptimo de la liga y dobló la rodilla muy al final tras hacer un encuentro extraordinario que engrandece aún más si cabe la victoria del Barcelona.

Un triunfo que sabe mejor de la manera en la que se produjo, sufriendo, rectificando y luchando hasta el último aliento. Creo que el partido de ayer por la tarde entrará en la página histórica de las remontadas del Barcelona y en el libro de oro de las ligas ganadas, pues habrá sido una de las más brillantes del año.

Lo que viene a partir de ahora será increíble y durísimo: el asalto final a una temporada que puede ser maravillosa. El primer desafío será la final de la Copa del Rey, donde el Barcelona puede rematar a su más directo rival alzando el trofeo copero en Sevilla ante los de Mbappé. Pero quedan diez partidos, diez finales para culminar un trabajo extraordinario de un equipo con un gen ganador espectacular.

Sigan gozando con este equipo, hay que frotarse los ojos una semana más viendo todo lo que ha dado y sigue dando en una temporada que difícilmente olvidaremos. Abróchense los cinturones que vienen curvas.