Abrir el paraguas

Abrir el paraguas. Siete de siete para el Madrid. San Mamés era el último gran escollo para el equipo blanco, que desprende perfume de campeón. Cibeles a la vista. El árbitro pitó penalti sobre Marcelo tras revisión de VAR y luego ignoró un pisotón de Ramos a Raúl García. Nada nuevo bajo el sol. Desde el reinicio de Liga, todas las decisiones arbitrales, fronterizas o no, caen del mismo lado. Al acabar el partido, Zidane resumió cómo se siente el madridismo y Muniain cómo se siente el resto de equipos. El primero dijo: “Estoy cansado de que se diga que ganamos por los árbitros”. El segundo enumeró: “Estamos viendo cómo está siendo la tónica estas últimas jornadas y a qué equipo favorecen con este tipo de decisiones”. Si una persona dice que llueve y otra que no, el trabajo de los periodistas debería ser abrir la ventana y averiguar si llueve o no. Abran el paraguas.

Antoine. Nueve meses después, el Barça descubrió el fuego: Griezmann es uno más por fuera y es uno de los mejores del mundo por dentro. El francés agitó al Barça, firmó un gol que fue puro arte, lideró el ataque junto a Messi y jugó para abrir bocas y también cerrarlas. Humillado de manera innecesaria por su entrenador ante el Atleti, Antoine habló donde debía. En el campo. Alto y claro. Bien jugado.

Lo del VAR. El VAR es una herramienta magnífica que está siendo mal utilizada. ¿Por qué? Su espíritu está pervertido. Fomenta un sistema viciado, una red clientelar entre árbitros. ¿Por qué funciona mal? Es un disparate que los árbitros de campo también se ocupen del VAR, porque esa duplicidad degenera en puro corporativismo, sospecha y falta de independencia. Uno no puede ser presidente de una empresa y a la vez ser delegado sindical. ¿La solución? La creación de un cuerpo específico de VAR. Si hay un cuerpo específico de asistentes, delegados y árbitros internacionales. ¿Por qué no un cuerpo específico de VAR? Acabaría con el proteccionismo extremo de los árbitros y rebajaría su margen de error. ¿Hay alguien en casa?