¡2021, no nos fastidies más!

Imagen de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016

Imagen de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 / AFP.

Alex Corretja

Alex Corretja

Me apetece contaros mis deseos para este año en lo que al mundo del deporte se refiere. Estamos dejando una época horrible atrás y solo nos queda mirar al futuro con optimismo e ilusión.

El 2020 parecía que iba a ser un año inolvidable y lamentablemente lo fue. Lo que jamás hubiéramos pensado es que se convertiría en una pesadilla mundial y que recién empezado el 2021 todavía no sabemos cómo vamos a salir de esta horrible tortura. Por suerte se vislumbra algo más de optimismo con la llegada de las vacunas y ojalá que en un periodo de tiempo no muy lejano, todo esto haya pasado y podamos empezar a hacer una vida relativamente normal y digo relativamente, porque ya nada volverá a ser lo mismo. En el recuerdo nos quedarán muchos momentos de tristeza y seres queridos que nos dejaron más pronto de lo deseado. Pero la vida sigue y me encanta imaginarme, con todos vosotros, un año en el que volvamos a disfrutar de momentos mágicos con el deporte en general

Es difícil escoger porque cada uno tendrá sus prioridades, pero voy a enumerar una serie de pensamientos que me vienen así a bote pronto a la cabeza y los voy a compartir aquí desde el máximo respeto. Me imagino los Juegos Olímpicos de Tokio, y aunque no sea con el total de espectadores deseados, que podamos pasar unas semanas memorables enganchados al televisor (en mi caso doble privilegio porque además lo viviré como analista de Eurosport) con los deportistas haciéndonos vibrar con sus hazañas, sus récords, sus triunfos, y por supuesto apoyándolos también con sus decepciones. Estoy convencido que, a seis meses vista de la competición deportiva más apasionante del planeta, los atletas deben estar en un estado de emoción difícil de describir, más aún si cabe por su postergación del año pasado. 

Sueño también con que podamos ir nuevamente a los estadios a animar a nuestros equipos, a gritar goles, canastas, o simplemente a pasar un rato agradable con nuestros allegados y después rubricarlo con una buena cena sin la necesidad de salir corriendo por el angustiante toque de queda. 

Pienso en unas elecciones al Barça lo más transparentes posible y esperando que la llegada de un nuevo presidente y su junta traigan un rumbo más optimista al equipo azulgrana, ya que en los últimos tiempos ha sido muy decepcionante. Me gustaría a sí mismo que el RCD Espanyol volviera a estar en primera división, soy culé pero para nada anti perico, y aunque haya mucha gente que se odia de un lado y del otro, pienso firmemente que los dos clubes más  importantes de Barcelona tienen que enfrentarse juntos en la máxima categoría. Y puestos a pedir, ojalá que el Girona tenga otra oportunidad de ascender, el final del año pasado fue excesivamente cruel. 

Y por descontado, que cuando llegue el mes de junio, Rafa Nadal vuelva a triunfar en París y tengamos la fortuna de volver a contar en directo su estratosférica cifra de catorce Roland Garros ganados. Sumado a esto, tengo la fe y la convicción de que Garbiñe Muguruza esta temporada nos va a dar grandes alegrías. Y de que nuestra compañera Carla Suárez va a superar sus problemas de salud y se va a retirar en las pistas de tenis como ella desea. Seguro que hay mil deseos más, pero imagino que todos coincidiremos en que pedir salud antes que nada, ya nunca más sonará a tópico. Así pues, ¡SALUD Y FELIZ 2021!

LAS SORPRESAS DE LA COPA DEL REY

El formato actual de la competición del KO me parece fascinante. Creo que es una forma espectacular de darle aliciente y que los clubes más pequeños tengan sus partidos de gloria en los que amargar la vida a los grandes del balón. Al final es una demostración de lo difícil que es el deporte a cualquier nivel. Que el Cornellà, por ejemplo, apeara al Atlético de Madrid, actual líder de Primera, me parece de un mérito incalculable. ¡Chapeau!

LUTO EN EL TENIS CATALÁN

Hace unos días nos dejó un clásico de nuestro deporte, el gran Josep Ferrer Peris, presidente de la Federació Catalana de tenis durante veintisiete temporadas. A principio de los años ochenta cuando yo empezaba a hacer mis primeros pinitos en el mundo del tenis, Josep era el presidente, lo fue durante mucho tiempo más, y no recuerdo ningún campeonato de Catalunya donde no te encontrarás al gran Josep con su sentido del humor y su caballerosidad a cuestas. Para mí fue un auténtico referente en lo personal y en lo profesional, lo echaré mucho de menos. Descansa en Pau, Josep.