El 0-4 finiquita el efecto placebo

El clásico fue un monólogo del Barcelona

El clásico fue un monólogo del Barcelona / VALENTÍ ENRICH

Francesc J. Gimeno

Francesc J. Gimeno

"Soñar es gratis", me comenta un amigo madridista cuando le digo que veo difícil que el FC Barcelona tenga cuerda y tiempo suficientes para competir por la Liga. Lo pasó mal viendo el varapalo de su equipo en el clásico, pero un día después ha recuperado el ánimo repasando la clasificación.

El Barcelona vuelve a tener opciones, aunque nadie puede llevarse a engaño sabiendo que los blancos solo necesitan sumar diecinueve puntos en las próximas nueve jornadas para cantar el alirón. El Real Madrid lo tiene todo a favor, aunque mi amigo madridista me repite que "soñar es gratis". Eso es lo que harán los barcelonistas mientras los resultados y la realidad de la clasificación se lo permitan.

El 0-4 no solo ha alimentado las aspiraciones del Barcelona en la lucha por el título. La imagen ofrecida por el equipo madridista en el último clásico también ha finiquitado el efecto placebo que provocó la remontada ante el PSG.

LAGUNAS

Los blancos olvidaron de repente las lagunas que el equipo de Carlo Ancelotti había exhibido en muchos momentos de la temporada y pensaron que humillar al equipo parisino les daba derecho a soñar con todo y a lo grande.

Pero la realidad es obstinada y siempre se acaba imponiendo. El equipo madridista demostró ante el Barça que su poderío real ha tocado techo. Harían bien sus seguidores en no poner todavía a enfriar las botellas de cava, sidra, espumoso, champán o lo que sea, pensando que la Liga es suya y que esta temporada la Decimocuarta está más cerca que nunca.

Yo en su caso me esperaría un poco antes de dar ese paso. Y si deciden hacerlo ya, tendrán que asumir primero como certeza la consigna de mi amigo el madridista: "Soñar es gratis".