Nick Kyrgios muestra sus dos caras en su derrota ante Seppi

Nick Kyrgios protagonizó uno de sus habituales enfrentamientos con su banquillo

Nick Kyrgios protagonizó uno de sus habituales enfrentamientos con su banquillo / AFP

Neus Yerro

No nos cansaremos de decir que el talento de Nick Kyrgios es indiscutible. Cuando se concentra en el tenis verle en acción es un deleite. Pero cuando se le desconectan los cables sucede lo de siempre...

En su partido de segunda ronda del Open de Australia ante el italiano Andreas Seppi, Kyrgios mostró sus dos caras. Durante dos sets estuvo a un nivel de juego y concentración estratosféricos. Pero era demasiado bonito. A partir del tercer set la cosa se torció. ¡Y de qué manera!

Para empezar, enfrentamiento (y van mil) con su banquillo. Llegó el break para Seppi. Rompió una raqueta. Aviso por violación del código... y pérdida del set. 

En la cuarta manga, más de lo mismo. Y, tras perder su saque, actitud como si lo que estaba pasando en la Hisense Arena no fuera con él. Podríamos pensar que se estaba reservando para la quinta y definitiva manga. Pero su lenguaje corporal insinuaba que todo parecía importarle un comino. 

En el quinto parcial parecía que se había vuelto a poner las pilas. Incluso cuando Seppi servía para partido, con 5-4, se permitió el lujo de golpear una bola entre las piernas.

Logró salvar ese trance para disponer, con 8-7 de un punto de partido. Pero el italiano lo salvó para, inmediatamente después, hacerse con el 'break'. Volvía a servir para ganar. Y esta vez no dejó pasar la oportunidad.

No iba a hacerlo ante un rival que le venció, en este mismo torneo, en esta misma pista, remontándole un 0-2 adverso en los octavos de final de 2015.

John McEnroe, en su valoración para la televisión, destacaba que si se habla de su tenis "es el mejor sub-21 (cumple 22 en abril) del mundo pero mentalmente es un 'top 200'. Da mala reputación al tenis".

En la posterior rueda de prensa, Nick le tiró un dardo al estadounidense. Al ser preguntado por su estado físico (se lesionó la rodilla en la pretemporada jugando al baloncesto) respondió: "No lo sé, colega. Pregúntale a Johnny Mac, él lo sabe todo", ironizó en un par de ocasiones.

Aunque, en su defensa hay que destacar que Kyrgios admitió su culpa en la posterior rueda de prensa: "No estaba bien preparado, ni física ni mentalmente para el torneo. La parte mental es lo que más me cuesta. Siempre ha sido así y en eso creo que un entrenador puede ayudarme. Debo empezar a considerarlo porque soy el único 'top 100' que no tiene y eso debe cambiar".

También ha explicado que acude a un psicólogo y que las cosas están mejorando. Pero las cosas de palacio van despacio...