Nadal escribe la historia de la forma más épica

El balear consigue su 21º Grand Slam tras remontar dos sets a Medvedev ( 2-6, 6-7, 6-4, 6-4, 7-5)

Nadal se alza con su segundo Open de Australia en una final que se recordará entre las mejores de todos los tiempos

Nadal se confirma como el mejor con 21 Slams

Nadal se confirma como el mejor con 21 Slams / Efe

Albert Briva

Albert Briva

La historia se escribe de muchas formas, pero Rafael Nadal Parera lo hace de forma única. Nadal se alza con su 21º Grand Slam tras remontar dos sets a un Daniil Medvedev, que poco más pudo hacer para alzarse con el Open de Australia.

Nadal volvía 476 días después a una final de Grand Slam y a poco ha hecho saber el tiempo de espera. El manacorí ha jugado su final más épica de las 29 que ha disputado en toda su carrera y ha demostrado al mundo, que más allá de los números, su figura debe recordarse como la del más grande de la historia.

El español alcanzó un nivel que apenas se puede igualar con aquella final de Wimbledon ante Roger Federer en 2008, destrozando un Medvedev que fue partícipe de una de las finales de Grand Slam más épicas y que más se van a recordar con el paso del tiempo. Tras un inicio donde el ruso impuso su ley, Nadal renació cuando todo parecía perdido y demostró una vez más ser el más grande.

Al ritmo de Medvedev en el inicio

No empezó bien para Rafa la final. En ningún momento el español estuvo cómodo y su servicio fue un clavario para él. Ya en los dos primeros juegos sufrió para mantenerlo, teniendo que salvar hasta dos bolas de rotura en el segundo.

No mejoró en los siguientes y acabó cediendo en blanco los dos siguientes juegos al servicio, algo que no perdonó Medvedev que a base sin perder la solidez desde el fondo de la pista y sin apenas regalar una bola, se adjudicó el primer set por un contundente 6-2, con un demoledor parcial de cinco juegos consecutivos.

La reacción fue perfecta, pero Medvedev lo fue más

Mejoró el servicio y mejoró la confianza, tal que ya desde el inicio del set empezó a poner en apuros el saque de un Medvedev que vivía muy tranquilo hasta entonces. La fiabilidad del ruso empezó a bajar y la eficacia de Rafa a subir. En el cuarto juego Nadal consiguió romper el servicio por primera vez y pese a que Medvedev reaccionó en el séptimo, rápidamente Nadal volvió a tomar la delantera. Tuvo bola para cerrar el set, pero tras un juego épico que duró más de 12 minutos y en el que hubo de todo, el ruso acabó rompiendo para recuperar la desventaja en el marcador.

Medvedev durante el partido

Medvedev durante el partido / EFE

El nivel subió y Rafa sacó su mejor versión para aguantar las embestidas de un Medvedev que llevó el desenlace del set al 'tie break'. Empezó de la mejor manera para Rafa que se puso con ventaja con el primer 'minibreak' y aunque Medvedev lo recuperó para poner el 3-3, el manacorí volvió a ponerse con ventaja. Cuando parecía que el set iba a ser para Nadal, el ruso reaccionó y tras ponerse con ventaja rompió con otro gran punto para cerrar la segunda manga.

"¡Aquí estoy yo!"

Cuando todo parecía perdido, cunado peor lo pasa un tenista después de ver como se le escapa la opción de empatar el partido por un solo punto, Nadal no solo aguantó el tipo, sino que subió el nivel de una forma descomunal, demostrando a Medvedev que aún tenía que hacer más para alzarse con el triunfo. Lo pasó mal en el sexto juego donde salvó un 0-40, pero a partir de entonces al ruso se le vino un vendaval encima. Rompió en el noveno y cerró el set con su servicio para provocar el delirio en la Road Laver Arena.

Nadal, durante la final contra Medvedev

Nadal, durante la final contra Medvedev / AFP

No le bastó a Rafa, que con la pista entregada a él siguió sucumbiendo a un Medvedev que trataba de entender con total incredulidad como era posible que a minuto que pasaba, el nivel y la ambición de Nadal era aún mayor. Sacó adelante sus primeros servicios del cuarto set con algo de apuros y tras un intercambio de roturas de servicio, cogió la delantera con un 4-2, que ya no soltaría hasta el final. Nadal se convertía así en el tercer tenista de toda la historia en forzar un quinto set en Australia, tras perder los dos primeros sets.

Juego, set, partido e historia

El físico empezó a hacer mella en los dos tenistas y ya en el primer juego Medvedev sufrió para mantener un servicio, que le acabaría arrebatando Nadal en el quinto juego, para coger una ventaja que parecía que acabaría siendo crucial. Cuando todo estaba preparado para cantar victoria el ruso remontó un 30-0 y acabó empatando a cinco juego el definitivo set.

Una vez más, cuando parecía que había perdido la oportunidad, se rehízo una vez más. Aguantó los saques del ruso y volvió a romper, para esta vez sí, cerrar el partido con el 7-5 final.

El mejor tenista de la historia

Nadal suma su segundo Open de Australia a los 13 Roland Garros , los 4 US Open y los 2 Wimbledon para ejercer como el tenista con más Grand Slams de toda la historia.