Los ingresos del Open de Australia disminuyen un 40% tras la pandemia

Las restricciones de movilidad no han permitido a los espectadores de otros lugares desplazarse al estado

Los expertos ya advirtieron de que no habrían beneficios si se celebraba en el primer trimestre de 2021

Los ingresos del Open de Australia bajan un 40%

Los ingresos del Open de Australia bajan un 40% / Brandon Malone

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Nada sale inmune de la pandemia. Ni siquiera el deporte. El Abierto de Australia evidencia una nueva realidad. Los beneficios caen un 40%. Y a día de hoy se pone la lupa en si fue acertada o no la decisión de celebrar una competición de esa envergadura con la situación actual. Andrews, el primer ministro de Victoria, jamás se planteó cancelarlo: "Si el Abierto de Australia no se celebra aquí, se celebrará en algún otro sitio. Tendrá lugar en Japón, China o Singapur, y entonces el gran riesgo será no recuperarlo".

Los resultados económicos ya se preveían muy bajos en comparación a los años anteriores. El profesor de economía de la Universidad de New South Wales ya estimó una bajada de ingresos del 30 o 40 por ciento, ya que el total de espectadores no es del estado de Victoria, en el que se celebra el torneo. Según datos de otros años, el 26% son de otros estados de Australia y el 13% son extranjeros. Y precisamente ahí estaba el ingreso. En las reservas de hotel - que el año pasado fueron casi 575 000- y en el turismo que después realizaban, que suponía unos 209 dólares por persona.

Los ingresos de la televisión no son suficientes para contraponerse a este descenso de beneficios. Las empresas privadas también han sufrido una importante crisis y los patrocinadores no pueden aportar económicamente lo mismo que la pasada temporada. Después de la incertidumbre ocasionada por el Covid-19, la situación es completamente distinta.

Los expertos valoran que el Open de Australia debería haberse celebrado más tarde. Por una parte, por el peligro de contagios -que ya obligó a la poblacón a hacer aislamiento de cinco días-. Y por otra parte, porque solo se hubiese pospuesto la competición y podrían haber acudido más espectadores en unas semanas. Ross Booth, académico en Economía del Deporte ya afirmó: "Hay tiempo de sobra, no hay ningún otro evento con el que se pueda solapar en el calendario. Si lo celebramos más tarde tendremos más público". En los inicios del torneo se vio ilustrado el problema. A la segunda jornada de la ATP solo acudieron 50 aficionados. Además, las restrcciones de movilidad tampoco han dejado desplazarse al estado a espectadores que pretendían viajar desde otras partes de Australia, así que tampoco se ha alcanzado el 50% de afición que está permitida desde hace una semana.