Historia SPORT

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El Kilimanjaro y el cambio de 'chip' de Muguruza

Muguruza, durante su subida el pasado mes de noviembre

Muguruza, durante su subida el pasado mes de noviembre / INSTAGRAM.

David Boti

David Boti

Garbiñe Muguruza ha cambiado. Y se nota. Este sábado afronta su partido más importante de lo que llevamos de 2020. Se enfrenta en tercera ronda y mermada físcicamente a la ucraniana Elina Svitolina, quinta favorita del torneo australiano (09:00 horas, Eurosport). Pase lo que pase, el cambio de la española en este inicio de año es más que palpable. A pesar de no sumar ningún título llegó a semifinales en Shenzhen y a cuartos de final en Hobart dejando muy buenas sensaciones, incluso, atravesando un proceso febril que le ha impedido llegar en las mejores condiciones a Melbourne.

El regreso de <strong>Conchita Martínez </strong>a su banquillo ha tenido un peso específico clave para empezar a descubrir a la nueva ‘Garbi’, aunque la pasada pretemporada también tuvo un papel fundamental. Antes de preparase en San Diego, la actual 32 del mundo decidió subir el Kilimanjaro, la montaña más alta de África, con una amiga. “Fue un desafío muy duro, completamente diferente a lo que yo hago. Estás escalando esa montaña y sólo eres tú. No recibes ningún reconocimiento, ningún premio, ninguna foto, nada. Me gusta mucho la experiencia de verme en medio de la nada y, sí, tener un pensamiento claro para seguir escalando”, resume.

Allí, Muguruza se reencontró consigo misma y ha vuelto con la intención de demostrar que tiene tenis más que suficiente para estar entre las mejores del planeta otra vez. “Es un año nuevo y estoy ilusionada con jugar y volver a encontrar sensaciones, tener más paciencia, menos ansiedad de quererlo todo ya, ahora mismo. Soy paciente, porque llegará el momento”, afirma. La reconstrucción solo pide tiempo, justo lo que le sobra a sus 26 años con todo 2020 por delante. Sin los focos mediáticos apuntando, la mejor española del ranking se atreve a volver a soñar a lo grande.