Nadal inicia su defensa en Melbourne

Melbourne Park levanta el telón de los ‘Grand Slam’ en 2018. Pleno verano en Australia y llega el primer ‘grande’ de la temporada. Uno de esos torneos que lleva a los amantes de este deporte en nuestro país a trasnochar, madrugar e ingerir cantidades desorbitadas de café para poder sobrevivir a largas jornadas de competición.

Como no podía ser de otra forma, Rafa Nadal, actual número uno del mundo, es el máximo favorito para coronarse como campeón, junto con Roger Federer. Todo el mundo sueña con una reedición de la final del pasado año que se acabó adjudicando el suizo, aunque en ese cartel de favoritos este año aparecen nombres como los del búlgaro Grigor Dimitrov, el alemán Alexander Zverev y el austríaco Dominic Thiem. Tres estrellas que pretenden dar el salto definitivo para afianzar su carrera en la cima del tenis mundial. Stan Wawrinka y Juan Martín Del Potro, en un segundo plano, esperan su oportunidad para volver a brillar en el primero de los cuatro torneos más importantes del año.

Con Novak Djokovic renqueante y Andy Murray, fuera de combate tras su operación de cadera, las aficionados que visiten las pistas del gigantesco complejo australiano durante las próximas dos semanas vivirán una de las ediciones más emocionantes que se recuerdan con el aliciente de ver a los dos mejores tenistas de la historia en primera persona. 

Tanto Nadal como Federer acuden a la cita en excelentes condiciones físicas. El balear está totalmente aclimatado y no se pone límites este año. Eso sí, como siempre, paso a paso. Partido a partido. Ahora mismo, el español no mira más allá de su rival de primera ronda este lunes, el dominicano Víctor Estrella, a pesar de tener un cuadro muy favorable que le permite soñar con una nueva final. Su camino no parece presentar excesivas complicaciones hasta, al menos, la segunda semana.

LA INCÓGNITA DJOKOVIC

Todo lo contrario que Novak Djokovic, el gran interrogante en Melbourne Park. Su estado físico es uno de los mayores secretos que presenta esta edición. El serbio no compite desde el pasado Wimbledon por una complicada lesión en el codo que le ha mantenido apartado de las pistas desde entonces y llega a la cita australiana sin, apenas, rodaje de competición. Ahora mismo, ‘Nole’ no está ni entre las diez mejores raquetas del ránking mundial y afronta un año delicado para él. Volver nunca es fácil, pero el seis veces campeón del Abierto de Australia, tiene calidad más que suficiente para hacerlo a su nivel habitual.

Comienza en Melbourne uno de los torneos más atractivos de todo el circuito y Nadal asume su papel de número uno. Un reto más para un deportista mayúsculo. Ya queda lejos su triunfo en 2009, el único que ha logrado el español en este ‘grande’. Rafa quiere volver a saborear la victoria en la ciudad australiana y lo tiene todo para conseguirlo. Un cuadro favorable, un hambre insaciable y la sensación de poder exigirse todavía más a sus 31 años. Nadal busca desde este lunes su 17º Grand Slam.

LA 'NEXTGEN' PIDE PASO EN MELBOURNE

En Melbourne Park estarán la mayor parte de las estrellas de futuro de este deporte que deben dar un paso adelante en este 2018. Abanderados todos ellos por Alexander Zverev que, a sus 20 años, tiene la mayor responsabilidad de su corta carrera profesional: afrontar un Grand Slam partiendo como cuarto cabeza de serie. El alemán nunca ha alcanzado la cuarta ronda en este primer ‘grande’ del año. De hecho, su mejor registro lo firmó el pasado año donde acabó cayendo a manos del propio Rafa Nadal.

Otros talentos que están llamados a lucirse sobre las pistas duras australianas son el siempre polémico Nick Kyrgios; Andrey Rublev, que bajo la tutela de Fernando Vicente, ya empezó el año con una final en Catar; el también ruso Karen Khachanov, el canadiense Denis Shapovalov; el estadounidense Jared Donaldson o el surcoreano Hyeon Chung. Mención especial para Alex de Minaur, este joven australiano de padre uruguayo y madre española, que recibió una invitación para este Abierto de Australia, llegó a ‘semis’ en Brisbane y disputó esta pasada semana en Sídney su primera final de ATP 250 con solo 18 años.

cuatro candidatas, a por la corona de Serena

La baja de Serena Williams tras su maternidad deja el cuadro femenino sin reina y, justo ahí, aparecen las cuatro grandes candidatas a recoger la corona de la estadounidense. Simona Halep, actual número uno del mundo, llega con los deberes hechos. La rumana ganó su primer título del año en Shenzen -y también en la modalidad de dobles- y tuvo el rodaje idóneo para preparar con tiempo la cita australiana. Halep, que cerrará próximamente su ‘fichaje’ con Nike como principal patrocinador, tiene en sus manos la posibilidad de conquistar su primer Grand Slam.

Por su parte, Garbiñe Muguruza, que debutará este martes ante la francesa Jessika Ponchet, llega en un momento complicado tras dos retiradas consecutivas en sus dos primeros compromisos del año en Brisbane (calambres) y Sídney (muslo derecho). Eso ya es pasado y la hispanovenezolana quiere sumar su tercera corona tras las logradas en Roland Garros y Wimbledon. No tendrá un camino fácil, pero ‘Garbi’ sabe que para levantar el título en Melbourne deberá ofrecer su mejor versión y ganar a las mejores.

La otras dos grandes favoritas son la danesa Caroline Wozniacki y la ucraniana Elena Svitolina, que tampoco han ganado nunca un título de Grand Slam. La canaria Carla Suárez y la vasca Lara Arruabarrena completan la representación española en el cuadro final femenino.

Sustancial aumento de los premios

El Abierto de Australia vuelve a superarse y, en esta edición, repartirá casi 43 millones de dólares en premios, un 10% más de lo que ya hizo en la edición de 2017. Este aumento coloca al primer ‘Grand Slam’ de la temporada como el segundo ‘grande’ que más dinero reparte, solamente por detrás del Abierto de los Estados Unidos del pasado año que rompió la barrera de los 50 millones. Los ganadores de los títulos individuales, tanto en el cuadro masculino como en el femenino, recibirán un montante económico de más de tres millones, mientras que los perdedores en primera ronda se embolsarán alrededor de 40.000 euros.