Nadal sigue con paso firme en Australia

Rafa Nadal sigue intratable en el Open de Australia

Rafa Nadal sigue intratable en el Open de Australia / afp

Marta Quijano

Rafa Nadal sigue ganando y sin despeinarse, aunque sudando la camiseta, que quedó empapada. Y no tanto por el esfuerzo que tuvo que hacer para derrotar a Damir Dzumhur, sino por el asfixiante calor que hace en Melbourne. El balear accedió a los octavos de final después de un cómodo partido en el que no dio opciones a su rival. Nadal sigue sin perder un set y presenta un balance de 9/0 que confirma su buen momento de forma.

Menos de dos horas necesitó el número uno del mundo para superar éste tercer trámite, a la espera de rivales más difíciles. No es que no lo intentara el bosnio Damir Dzumhur, pero pecó de precipitación ante la sólida y contundente respuesta de Nadal, que no bajó la guardia en ningún momento. Dzumhur destacó por su agilidad y rapidez y por algunos golpes brillantes, pero nunca inquietó verdaderamente al balear, que fue un rodillo con sus golpes profundos y afilados.

Dominador desde el fondo de la pista, el mallorquín gobernó a su antojo el primer parcial. Lo cerró en apenas 22 minutos, por un concluyente 6-1, para acercarse a la ronda de octavos de final, que pisará por undécima vez en Melbourne. El español es segundo en ese ránking histórico tras igualar este viernes, en su partido número 550 en pista dura, al sueco Stefan Edberg.

El primer set fue una auténtica exhibición del balear con golpes poderosos desde la línea de fondo que hicieron inútiles los esfuerzos del bosnio por devolverlos. Dzumhur se mostró irregular y absolutamente superado en esta primera manga, en la que el mallorquin hizo lo que quiso y cuando quiso sacando de la pista a su rival. Mejoró Dzumhur en el segundo set, donde pudo dejar algunos destellos de su calidad y sobre todo con alguna dejada intentó romper el ritmo del mallorquin, que sin embargo llegó a casi todas las bolas en la red, salvo alguna imposible.

Fue en éste segundo set cuando más opciones tuvo Dzumhur, aprovechándose también de algunos errores de Nadal, sobre todo poco preciso en algunas dejadas que se presumían fáciles. Y se envalentonó el bosnio, jugando de tu a tu en algunos momentos al de Manacor, que sin embargo nunca perdió la compostura y mantuvo la aritmética de su juego. A  Dzumhur le faltó regularidad para haber puesto en más apuros al mallorquin.

Y en el tercer set, después de un primer juego que se prolongó por diez minutos y que también se adjudicó Nadal, ya no hubo el mismo equilibrio que en el segundo. El español no hizo concesiones y Dzumhur se fue diluyendo, asumiendo riesgos y cediendo terreno ante el rodillo de un Nadal que acabó el partido con un saque directo.