El esloveno Cater sorprende en el 'alocado' primer descenso de la temporada

Martin Cater ha ganado el descenso de Val d'Isere

Martin Cater ha ganado el descenso de Val d'Isere / afp

EFE

El esloveno Martin Cater ganó este domingo, de forma inesperada, con el dorsal 41, el descenso de Val d'Isere (Francia), el primero de la temporada de la Copa del Mundo de esquí alpino, en el que completaron el podio los no menos sorprendentes Otmar Striedinger, de Austria, que fue segundo; y el suizo Urs Kryenbühl.

Cater, de 27 años, firmó su primer triunfo en la Copa del Mundo al cubrir los 3.037 metros de la pista gala -con salida a 2.580 y un desnivel de 770- en dos minutos, cuatro segundos y 89 centésimas, 22 menos que Striedinger, que, al igual que Kryenbühl también hubiese celebrado su primera victoria en la competición de la regularidad. En una prueba sorprendente en la que, al ir mejorando la pista, se produjo un desenlace completamente inesperado.

El noruego Aleksander Aamodt Kilde, último ganador del gran Globo de Cristal, fue cuarto, a catorce centésimas, en Val d'Isere. Una estación en la que, a diferencia del supergigante del sábado -que se disputó entre la nevada y con escasa visibilidad- este domingo hubo sol radiante y cielo azul; y en la que en espacio de varios minutos la sorprendente victoria cambio dos veces de dueño.

Porque, cuando parecía que Striedinger iba a salvar el honor austriaco evitando otro triunfo suizo, el del no menos sorprendente Kryenbühl; al reanudarse la carrera tras el accidente del canadiense Cameron Alexander, la pista mejoró más aún. Y Cater, con el dorsal 41, acabó festejando el triunfo para Eslovenia.

Suiza había aprovechado su ocasión el año pasado y nada más retirarse Marcel Hirscher -tras pulverizar los registros y elevar a ocho (seguidos) el récord histórico de triunfos en la competición de la regularidad- desplazó a Austria, que llevaba 31 años seguidos ganando 'su' Copa de las Naciones, en la cima del deporte rey invernal.

Constancia de esta nueva realidad, especialmente en hombres, dejó la semana, en la que Suiza a punto estuvo de ganar las tres pruebas disputadas. Marco Odermatt se había anotado el lunes el gigante de Santa Caterina (Italia) y Mauro Caviezel el 'súper' del sábado, que discurrió entre la nevada y con escasa visibilidad.

Kryenbühl estuvo a punto de firmar el '3 de 3' suizo. Pero primero Striedinger, con el dorsal 26; y después Cater, con el 41, le fueron arrebatando la ilusión y el honor. Y el suizo, segundo en Bormio (Italia), hace un año, se conformó con subirse por segunda vez a un podio de la Copa del Mundo.

Caviezel abrió la pista 'OK' -que une las primeras letras de los apellidos de los dos héroes locales, Henri Oreiller (campeón en los años 40) y Jean-Claude Killy (el as de la década de los 60)- y esquió varios metros con una de las banderas de una puerta enganchada en su esquí, evitando accidente pero perdiendo toda opción, antes de acabar decimosexto.

Kilde -que no desaprovechó las cancelaciones por la pandemia para ganar la última edición de la Copa del Mundo- parecía la referencia buena cuando paró el crono en 2:05.03. Pero tanto el ganador, como sus acompañantes en el podio bajaron de los dos minutos y cinco segundos. Y el noruego se quedó fuera del cajón. Por 9 centésimas.

El francés Johan Clarey, que el 8 de enero cumple 40 años, fue quinto; y otro suizo, Beat Feuz, campeón mundial (2017) y ganador de las tres últimas Copas de descenso, sexto. En una prueba que no disputó el líder de la general, el galo Alexis Pinturault -Odermatt, trigésimo, sólo le recortó un punto-; y que el austriaco Matthias Mayer, oro olímpico en Sochi'14 (Rusia), acabó noveno.

El susto de la jornada lo dio el citado Alexander, que pudo haberse dañado sus rodillas en un accidente por el que tuvo que ser evacuado de pista.

Las chicas, que también iban a competir en Francia, esperarán a este lunes. El segundo de los gigantes de Copa del Mundo previsto en Courchevel -donde el sábado se impuso la italiana Marta Bassino- se pospuso 24 horas ya que, a pesar de que este domingo también brilla allí el sol, las nevadas caídas los pasados días impidieron la correcta preparación de la pista.