Las estaciones se revitalizan tras las nevadas traídas por la borrasca Gloria

La Molina, Masella, Vallter 2000, Vall de Núria y Port del Comte, tras la tempestad llega la calma

Las estaciones se revitalizan tras las nevadas traídas por la borrasca Gloria

Las estaciones se revitalizan tras las nevadas traídas por la borrasca Gloria

Sergi Mejias

El paso de la borrasca Gloria causó verdaderos estragos la semana pasada. Y los Pirineos no fueron una excepción. Sobre todo las estaciones como La Molina, Masella, Vallter 2000, Vall de Núria y Port del Comte. Tras la tempestad llega la calma. Y con ella la voluntad de recuperar la normalidad a pesar de la cantidad de nieve acumulada, como en Vallter 2000, que hasta el lunes no pudieron abrir para garantizar la seguridad de los esquiadores ante el riesgo de aludes.

Así se entiende que acumulen hasta 2,3 metros en su cota máxima, una cifra casi de récrod y que habría que remontarse a principios de siglo para encontrar una situación parecida a la vivida en Vallter 2000. Port del Comte fue una de las estaciones beneficiadas por la borrasca tal como explica su director Albert Estella: “La borrasca nos esquivó durante sus primeros días de actividad pero el miércoles nos dejó entre 70 y 80 centímetros abajo y entre otros 100 y 120 centímetros arriba. Con estas nevadas aseguramos el resto de la temporada y pasamos de los 12 kilómetros de pistas que suponen un 20% de la estación a los 50 kilómetros que son 100%”.

El propio directivo además destaca la reacción del esquiador al apuntar que “el pasado fin de semana pasamos de una media de 1.000 esquiadores por día a recibir unos 4.000 atraídos por las excelentes condiciones de la estación”.

Cerdanya

Tanto La Molina como Masella presentan una imagen espectacular con 210 centímetros de nieve polvo acumulados en la cota máxima de La Molina y otros 215 centímetros en su vecina. “Tenemos unos registros históricos, unas acumulaciones de nieve de dos metros que no lo habíamos visto pero tampoco podemos olvidar que desgraciadamente este mismo temporal que nos ha traído estos registros históricos han provocado graves daños en el litoral catalán”, apunta Toni Sanmartí director de Turisme i Muntanya d’FGC. “Así y todo tenemos nieve muy buena en el sentido que cayó en un periodo corto de tiempo y frío. Y si el cambio climático no nos juega una mala pasada tenemos asegurada la temporada”, explica Sanmartí, todo un especialista en nieve. Y añade que “traducido a la estación, con el consecuente ahorro energético. Además la montaña jamás había presentado esta orografía con tanta nieve como se ha podido ver en las fotos de estos últimos días, está totalmente cambiado. Y la previsión meteorológica para los próximos días indica temperaturas suaves y sol de manera que la gente vendrá a tocar nieve, no solo a esquiar”. 

Más de dos metros

En otras estaciones como Tavascán superan los dos metros de nieve acumulada en la cota máxima y en Boí Taüll llegan hasta los 220 centímetros. Que duda cabe que como apuntan desde las estaciones tienen la temporada asegurada y llegarán a Semana Santa, con el Viernes Santo el 10 abril, en unas excelentes condiciones. La borrasca Gloria no afectó con la misma virulencia a todas las estaciones del Pirineo por igual aunque sí se han visto beneficiadas por este intenso frente activo. “Gloria con Grandvalira ha sido más benévolo puesto que al tratarse de un frente que ha entrado por el sur, no nos ha golpeado con violencia sino que nos ha regalado un metro de nieve que ha estado más fácil de gestionar y nos ha dejado la estación con unas condiciones extraordinarias para encarar el mes de febrero. Tenemos el 100% del dominio abierto con una grosores de hasta 170 centímetros acumulados y con una gran calidad de nieve. Los equipos de montaña han trabajado fuerte para dejar la estación en perfecto estado”, apunta David Ledesma, responsable de márketing de Grandvalira