Fernández-Ochoa: "Queremos que España sea reconocido como un país de nieve”

Paula Fernández-Ochoa reflexiona sobre el papel de la mujer en los deportes de invierno

Hija y sobrina de medallistas olímpicos explica parte del trabajo que se está haciendo desde la RFEDI

Paula Fernández-Ochoa

Paula Fernández-Ochoa también es consultora y speaker en entornos de alta competición.

Sergi Mejías

Sergi Mejías

Paula Fernández-Ochoa, hija y sobrina de medallistas olímpicos, es la responsable responsable de Mujer y Nieve, y miembro de la Junta Directiva de la RFEDI desde 2019. Consultora & Speaker en entornos de alta competición también es miembro de la Comisión de Igualdad del COE. Y en Sport tuvimos la ocasión de conversar con ella.

¿Qué federación encontró en ese momento y qué balance hace al frente de su cargado tras estos años?

Cuando acepté formar parte de la RFEDI lo hice -además de por motivos personales de pasión por los deportes de invierno y seguir, de cierta forma, la saga familiar-, porque se sustentaba sobre un plan estratégico sólido y un equipo muy humano y competente. Además, para mí fue importante el hecho de que el área de Mujer y Nieve formase parte de la estrategia de la REFDI. A partir de ahí, con mucho trabajo transversal, desde todas las áreas, y dedicación, estamos obteniendo importantes logros.

Dijo tras asumir el cargo que éste se hacía especial ilusión. Uno de los motivos es porque creía en la RFEDI como motor de la promoción de los deportes de invierno. En este aspecto, ¿cree que la RFEDI cumple a la perfección con este cometido? ¿qué acciones destacaría que se han llevado a cabo en este aspecto?

¡Absolutamente! La RFEDI lleva años cosechando excelentes resultados e inicia una temporada y un ciclo olímpico con grandes objetivos y con unos deportistas ilusionados. Queremos que España sea reconocido como un país de nieve. En este sentido, es clave el Plan Estratégico diseñado para los próximos 8 años, de 2022 hasta 2030 –continuación del aplicado hasta la fecha con un alto nivel de cumplimiento del 80% de las acciones previstas-, marcado por 5 pilares: (1) la excelencia deportiva, (2) la formación y la cadena de valor, (3) el ecosistema de la nieve, (4) el modelo económico y (5) un plan focalizado en la igualdad, inclusividad y sostenibilidad. Con el cumplimiento de estos pilares/objetivos, queremos llevar al deporte de nieve español a una posición de liderazgo internacional. 

¿Cree que la mujer no gozaba del rol que debería tener en los diferentes ámbitos de la RFEDI y que poco a poco ha ido asumiendo el papel que le corresponde?

El sector deportivo es uno de los que cuenta con mayor brecha de género. Y esta situación se manifiesta, además de en la práctica deportiva, en la escasa participación de las mujeres en los estamentos técnicos, arbitrales y de gestión. No obstante, no ocurre sólo en los deportes de invierno sino lamentablemente en todas las disciplinas.

Y en aras a lograr igualdad de género y la no discriminación por razón de sexo, desde hace décadas existen organismos nacionales e internacionales que han liderado diversas iniciativas para promover la participación de las mujeres en todos los ámbitos del deporte. Estamos avanzando mucho al respecto, hemos dejado de ser invisibles.

Cuando recuerda la figura de su padre, ‘Paquito’ y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sapporo (Japón) 1972, ¿qué es lo primero que le viene a la cabeza? 

Un inmenso orgullo, una increíble proeza ganar una medalla olímpica en esquí, para un país que contaba con tan pocos medios. Hasta ahora, ¡el único oro español en JJ.OO. de Invierno!. Además, su manera de ser, tan abierta y confiada, y su naturalidad, le convirtieron en un verdadero héroe nacional.

Se sumó a los éxitos de deportistas como Pedro Carrasco, Manolo Santana o Ángel Nieto, que contribuyeron a abrir España al mundo.

Sus logros y su carácter, su sentimiento tan patriótico, hicieron historia.

Su padre fue sin duda uno de los pioneros del deporte español y en este caso de los deportes de invierno en general y del esquí alpino, ¿qué destacaría de él?

Todo ¡y le echo tanto de menos! Era sencillamente único, la carcajada en persona, fuerza, vitalidad, adrenalina, su alegría de vivir en todos los sentidos, sus ganas de comerse el mundo. Supo vivir y supo morir, pues nos dio una lección de vida en su lucha contra el cáncer: “podrán quitarme la vida, pero perderla jamás”, recalcó en su libro “La Vida, un slalom”, que escribió en esa última etapa de su vida. Su mítico “o gano o me mato”, que pronunció antes de la 2ª manga que le llevó al oro olímpico en Sapporo 72, creo que le define a la perfección. En lo que hiciese, mi padre lo daba TODO.

Y de su tía Blanca, si cierra los ojos, ¿qué es lo primero que le viene a la mente?

Su enorme corazón y su dura pero respetable decisión de descansar en paz en La Peñota, una montaña de Cercedilla que desde entonces se ha vuelto más especial que nunca.

Blanca tenía mucha fuerza pues, pese a su tristeza interior, logró hacer historia siendo la primera mujer en conseguir una medalla olímpica para España –bronce, slalom en los JJ.OO. de Albertvile 1992-. Y, por su forma de ser y de vivir, se ganó el cariño de todos. Siento tristeza porque no pudo disfrutar con plenitud de todos los valores y cualidades que tenía, del potencial de persona que era.

Y que, ahí arriba, está con él. Entonces, sonrío.