El proceso de contratación de los Texans no gusta al mariscal de campo Watson

El quarterback está molesto al no ser consultado sobre el fichaje de Nick Caserio como nuevo gerente general

La franquicia de Houston no parece tener en cuenta la opinión de sus jugadores en la toma de decisiones

Deshaun Watson, en imagen de archivo.

Deshaun Watson no pudo lanzar pase de anotación (Usa today) / Sport

EFE / Houston

La crisis no cesa dentro de la organización de los Houston Texans ni tan siquiera cuando han comenzado el proceso de contratar a nuevos profesionales que pongan orden en la misma tras haber quedado eliminados de los playoffs de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).

Los Texans, que decidieron la contratación de Nick Caserio, exejecutivo con los New England Patriots, como su nuevo gerente general para que tuviese la misión de superar la gran cantidad de problemas que hay dentro de la organización, de inmediato han generado otro al ser criticado su proceso por el mariscal de campo titular Deshaun Watson.

El enfado de Watson se ha dado porque el equipo ni lo consultó ni consideraron la opinión que tenía sobre los posibles candidatos al puesto y se enteró de la contratación de Caserio por las redes sociales.

La acción generó que Watson este jueves, a través de sus redes sociales escribe el comentario de que "algunas cosas nunca cambian ...", sin que hiciese mención a ningún profesional y mucho menos que estuviese en contra de la llegada de Caserio al equipo.

La temporada baja pasada, los Texans informaron a Watson que el receptor estrella DeAndre Hopkins sería traspasado, lo que provocó cierta decepción. Ahora que ha sucedido nuevamente, se dice que Watson está infinitamente más molesto al ver como otra temporada más no ha podido jugar los playoffs.

Con Caserio, los tejanos redoblan la cultura similar a los Patriots de no contar para nada con los jugadores a la hora de tomar las decisiones finales dentro de la organización.

Esta vez, Watson se había reunido con el dueño de los Texans, Cal McNair, en varias ocasiones, compartiendo pensamientos sobre ciertos candidatos que fueron altamente recomendados, y el mariscal de campo le aconsejó que al final consultase con los jugadores.

Nada de eso sucedió y con el fichaje de Caserio, que no estaba entre los mejor vistos por Watson y el grupo de jugadores a los que representaba, ahora ya hay otro problema añadido.

Los Texans claramente tienen un mariscal de campo infeliz en sus manos cuando le dan la bienvenida a Caserio a su franquicia para tratar de ayudar a reconstruirla. Ya se ha especulado que Watson podría exigir un traspaso, aunque Caserio está comenzando su trabajo y el equipo aún no tiene un entrenador en jefe, lo que hace que no sea viable.

Además, si el equipo cambiara a Watson, tendría que absorber un cargo de tope salarial de 22 millones de dólares, aunque podría recuperar una recompensa de jugadores y selecciones del sorteo universitario de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), aspecto que no ha sido considerado, hasta ahora, por los Texans.

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