Dallas Cowboys pulveriza a Tom Brady y los Buccaneers

El conjunto tejano venció con solvencia a los Tampa Bay Buccaneers de Tom Brady en su propio feudo

Con esta victoria, los Cowboys avanzan a la ronda divisional y se enfrentarán a los San Francisco 49ers

Dallas Cowboys venció contundentemente a Buccaneers

Dallas Cowboys venció contundentemente a Buccaneers / MIKE EHRMANN

Nil Jaimejuan

Nil Jaimejuan

Tan solo quedaba un partido de Wild Card por disputarse entre Cowboys y Buccaneers, un encuentro que se antojaba igualado ente dos equipos con mucho que demostrar, pero la realidad es que los tejanos fueron imparables para Tom Brady y compañía a lo largo de los 60 minutos. Dallas ya es equipo de ronda divisional.

Los sesenta minutos de contienda estuvieron marcados por la dominancia del ataque de Dallas, que ya desde el primer momento dio la sensación que había llegado a Tampa con el objetivo de romper la racha de 30 años sin ganar un partido de playoffs fuera de casa.

Dak Prescott brilló con luz propia y es indiscutiblemente el MVP de la ronda de comodines en la NFL. El quarterback cuajó una actuación perfecta en uno de los escenarios más complicados de la competición: un partido de vida o muerte ante el 'GOAT'.

El mariscal de Cowboys completó 25/33 en pases para 305 yardas y cuatro touchdowns, además de otra anotación vía terrestre. En total fueron cinco touchdowns a los que la defensa local no tuvo respuesta, unidad que se vio asediada por un ataque demasiado superior en todas las zonas del campo.

El tight end Dalton Schultz fue quién puso los primeros seis puntos en el marcador y que marcaría el tempo de partido. El ala cerrada acabó con 95 yardas de recepción y dos anotaciones a su firma.

En la patada para el punto extra de este touchdown empezaría la pesadilla del kicker de Dallas, Brett Maher, que acabaría fallando hasta en cuatro ocasiones esta patada de 33 yardas para la desesperación de toda la banda visitante. Por suerte, su pésima actuación no tuvo repercusiones para el equipo.

Otra jugada determinante tuvo lugar en los primeros segundos del segundo cuarto, donde Tom Brady fue interceptado en la endzone rival en un error garrafal del quarterback cuando intentaba lanzar el balón fuera del terreno de juego. Jayron Kearse, el más listo de todos, se hacía con el ovoide y provocaba la primera intercepción del mariscal en zona roja desde 2019.

Esta acción hundió a Tampa Bay y le dio alas a la franquicia tejana, que se alejaría del marcador sin posibilidad a su rival para acercarse. La ofensiva de Brady fue inoperante y volvió a parecerse al equipo endeble que hemos visto a lo largo de este curso. Una remontada se anotojaba imposible.

Otros nombres destacados en Dallas fueron el dúo en el Backfield: Pollard y Elliot con 77 y 27 yardas respectivamente, que pese no cuajar unos números estratosféricos, si que dieron la sensación de ser imparables en situaciones de corto yardaje en las que la línea defensiva rival no supo parar.

Ceedee Lamb sigue con su pletórico estado de forma y ante una sólida unidad defensiva cosechó 68 yardas y un touchdown.

En el otro lado de la moneda, Tom Brady llevó todo el peso de su equipo y lanzó el balón hasta en 66 ocasiones, completando 35 de estos lanzamientos. Consiguió dos touchdowns y una intercepción, ofreciendo una versión parecida a la del último año y medio, sin ayuda terrestre y con poco juego en profundo.

Goodwin, Julio Jones y Mike Evans capturaron 85, 74 y 75 yardas aéreas .El partido no tuvo demasiado misterio y los Cowboys apagaron poco a poco las esperanzas de los de Florida hasta el 31 a 14 final en el marcador.

Dallas Cowboys vuelve a la ronda divisional por primera vez desde 2018, año en que superaron a Seahawks en la Wild Card. Este próximo fin de semana visitarán el feudo del quizás equipo más en forma de toda la NFL, los San Francisco 49ers. Prueba de fuego para Mike McCarthy y sus hombres.