Brady y los Patriots ya son eternos

Tom Brady, con el Vince Lombardi, junto a Bill Belichick

Tom Brady, con el Vince Lombardi, junto a Bill Belichick / AFP.

David Boti

David Boti

Los Patriots volvieron a reescribir su historia en particular y la de la NFL en general. Son un equipo descomunal y, una vez más, sumaron un nuevo título en el Super Bowl LIII ante unos desconocidos Rams (13-3), el sexto de la entidad que les convierte, junto a los Pittsburgh Steelers, en el equipo de fútbol americano con más Vince Lombardi en sus vitrinas.

Su rival ofreció una versión desconocida, evidentemente, por mérito de los de New England, en especial, gracias al trabajo que realizó desde la banda el entramado que forman Bill BelichickJosh McDaniels Brian Flores y, por supuesto, el que llevó a cabo Tom Brady dirigiendo a los suyos sobre el césped del abarrotado Mercedes-Benz Stadium hacia el Vince Lombardi.

UN PLANTEAMIENTO IMPECABLE

Demostraron, de nuevo, que se desenvuelven como pez en el agua en las finales. Tengan a quien tengan enfrente. Sean favoritos o no. Todo el engranaje de los Patriots funcionó. El citado Brady, Julian EdelmanRob Gronkowski y el ‘rookie’ Sony Michel, que acabó anotando el único touchdown del partido. Stephen Gostkowski, el pateador, estuvo acertado cuando había que estarlo y su equipo sumó más de la mitad de los puntos gracias a sus golpeos. Tampoco hay que olvidar la telaraña defensiva liderada por Dont’a HightowerTrey Flowers Stephon Gilmore, clave con su intercepción en el último instante al pase de Jared Goff.

Al ‘quarterback’ de los Rams le pudo la presión, y de que manera, en su primera final. Empezó a carburar demasiado tarde, cuando ya no había margen de error. Y, en esas situaciones, Brady y los suyos se mueven a las mil maravillas. Le desquiciaron y un fallo suyo acabó de condenar a la franquicia angelina.

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No apareció tampoco una de las grandes estrellas de los de Los Ángeles, Todd Gurley, que descartó estar mermado físicamente tras el partido. A pesar de la derrota y de sentirse superados, los Rams mantuvieron a los campeones a raya durante gran parte de la final. Llegaban con el cartel de ser uno de los mejores ataques de la competición y les dejaron en tres puntos. Tres puntos en todo un Super Bowl. 

FINAL DE RÉCORD

En una época en la que, cada vez más, tienen más protagonismo los ataques que las defensas, la de Atlanta se convirtió en la final con menor puntuación de la historia con 16 puntos combinados. Para encontrar otra final que se acerque hasta estos registros hay que remontarse a la de la temporada 1972-73 que acabó con 21 puntos en total.

Tiene mucho mérito lo que ha conseguido Sean McVay esta temporada y se le debe reconocer porque dará mucho que hablar en un futuro no muy lejano. Aceptó la derrota y elogió el trabajo de Belichick. Los Patriots se han convertido en auténticos especialistas en hacer sentir inferiores a sus rivales aunque tengan enfrente a uno de los mejores de los estrategas de la competición.

SEIS ANILLOS PARA BRADY

Se acaba una temporada con grandes altibajos para los Patriots, pero con un final muy dulce. Brady suma ya seis anillos, más que ningún otro jugador y que la mayor parte de franquicias de la NFL. Una auténtica locura que le sitúa entre los más grandes de la historia del deporte mundial. “La afición es lo que me motiva a regresar cada temporada”, confesó el californiano cuando le preguntaron por una posible retirada profesional. El equipo más dominador de la NFL en el presente siglo continúa siendo un ejemplo de lucha y, en Atlanta, volvió a demostrar que su hegemonía parece no tener fin.