Los Wizards remontan y se imponen a los Knicks en Londres

Los Washington Wizards se impusieron a los New York Knicks (100-101) en un final dramático en el NBA Game de Londres. Los capitalinos, que fueron por debajo del electrónico durante la mayor parte del partido, vencieron gracias a un tapón ilegal de Allonzo Trier a Thomas Bryant en el último suspiro del choque. Los Knicks, que dispusieron de 4 décimas para ganar, no pudieron anotar en la última posesión de la noche.

Recital triplista de los Knicks

En un ambiente de choque amistoso, ni los Knicks ni los Wizards saltaron a la pista londinense con la suficiente tensión competitiva que requiere un partido de temporada regular. Las defensas brillaron por su ausencia durante el primer cuarto del NBA London Game, y los neoyorkinos lo aprovecharon para acribillar desde la larga distancia con un excelente 6 de 13 en triples.

Pese a ser uno de los peores equipos de la NBA, los New York Knicks jugaron con una fluidez casi inaudita durante la primera mitad. Liderados por un acertado Damyean Dotson, los de la Gran Manzana siguieron con su recital anotador para disfrutar de ventajas de hasta 19 puntos antes del descanso. Sin embargo, los Wizards, gracias al buen hacer del exblaugrana Tomas Satoransky y a unos certeros ajustes defensivos, recortaron distancias para mantenerse vivos en el partido antes del paso por vestuarios (63-53).

Remontada de los Wizards

Tras la reanudación, Emmanuel Mudiay fue una pesadilla para la franquicia de Washington. Los capitalinos, demasiado preocupados por acabar con la gran racha desde el triple de los neoyorkinos, no pudieron hacer nada para evitar que el base congoleño de los Knicks campara a sus anchas en sus penetraciones a canasta que mantenían a los de Nueva York con una cómoda ventaja que duraría muy poco.

Lejos de la sangría anotadora de los tres primeros cuartos, el último período sirvió para demostrar que en la NBA también se sabe defender. Los Wizards subieron una marcha atrás para romper con el tópico, secar a Nueva York y regalar a los aficionados londinenses un final apretado que las gradas celebraron como una victoria del Chelsea o del Tottenham. Bradley Beal, la estrella de los Wizards, apareció para liderar la remontada capitalina ante unos jóvenes e inexpertos Knicks que pagaron la inocentada final con un tapón ilegal de Trier que regaló el triunfo a los de Washington (100-101).