Los Warriors apabullan a los Grizzlies por 142-112

Dillon Brooks no jugó en los Grizzlies tras ser sancionado por una polémica acción

Ja Morant puede haberse lesionado en su rodilla derecha

Los Warriors celebran su abultada victoria

Los Warriors celebran su abultada victoria / Twitter

EFE

Con un abrumador 63 % en tiros de campo (70 % al descanso) y un tremendo 17 de 32 en triples, los Golden State Warriors acribillaron este sábado a los Memphis Grizzlies (142-112) y tomaron la delantera en esta semifinal del Oeste (2-1) tras un encuentro del que Ja Morant que se fue cojeando.

Con el partido ya decidido en el último cuarto, Morant (34 puntos y 7 asistencias) se marchó al banquillo con una posible lesión en su rodilla derecha después de una jugada en la que le defendía Jordan Poole.

"Poole agarró su rodilla y tiró de ella, lo que desencadenó lo que sucedió", aseguró tras el partido el entrenador de los Grizzlies, Taylor Jenkins.

Estas declaraciones llegaron tras un partido en el que Dillon Brooks no jugó en los Grizzlies por sanción después de que, por una falta suya muy dura en el segundo encuentro, Gary Payton acabara con el codo roto.

Steve Kerr, técnico de los Warriors, dijo entonces que la acción de Brooks había sido "sucia" y acusó al jugador de haber "roto el código" (no escrito) de la NBA para evitar lesiones de gravedad.

Justo esa expresión, "código roto", fue la que empleó Morant para echar más leña al fuego tras el partido de esta noche en un mensaje en Twitter con un vídeo de su jugada con Poole, un tuit que acabó borrando poco después.

Al margen de este nuevo episodio de polémica en esta picante serie, los Grizzlies tuvieron una velada muy complicada en San Francisco ya que los Warriors les trituraron con una fabulosa exhibición ofensiva.

Stephen Curry (30 puntos y 6 asistencias) fue el faro de unos Warriors con seis jugadores por encima de los 10 puntos y en los que también destacaron Jordan Poole (27 puntos con 11 de 17 en tiros), Klay Thompson (21 puntos y 9 rebotes) y Jonathan Kuminga (18 puntos saliendo como titular).

Con semejante porcentaje de acierto en el tiro, lo único que evitó que los Warriors consiguieran una paliza aún mayor fueron sus 17 pérdidas de balón.

El mexicano-estadounidense Juan Toscano-Anderson jugó 5 minutos en los que aportó un rebote y 2 asistencias para los Warriors.

El cuarto partido de esta semifinal del Oeste se jugará el lunes también en San Francisco (EE.UU.).

Recital ofensivo

En los primeros minutos del duelo, nada hacía presagiar el formidable vendaval de ataque que iban a desatar los Warriors.

Fueron de hecho los Grizzlies, con Jackson Jr. a la cabeza, quienes mordieron en un asombroso arranque con seis triples en menos de cinco minutos (8-18 con 7.01 por jugarse).

Steve Kerr ordenó una defensa en zona y a partir de ahí enderezaron su rumbo los Warriors, que fueron perdiendo de 13 puntos en el cuarto inicial pero que cerraron los primeros doce minutos solo 2 puntos abajo (26-28).

Ya sin acordarse de las dudas del inicio, los Warriors sacaron la apisonadora en un segundo cuarto avasallador (38-29) con Curry y Wiggins golpeando una y otra vez a los Grizzlies.

Wiggins cerró su notable primera parte (15 puntos) con un gran mate al contraataque, pero la jugada más destacada de los dos primeros cuartos llegó justo antes del descanso con un impresionante triple desde el medio del campo y sobre la bocina de Morant.

La estampida de los Warriors continuó en la reanudación.

Curry seguía en su salsa y a la fiesta se apuntó Thompson, que metió tres triples en ese cuarto incluido uno dificilísimo, en carrera y solo apoyado en una pierna para desesperar aún más a la defensa de Memphis.

Los Warriors superaron los 20 puntos de ventaja en el tercer cuarto (parcial de 37-23) y dejaron el partido encarrilado antes del último cuarto (101-80).

Los visitantes no se rindieron y un mate de Anderson les hizo soñar brevemente con una remontada quimérica, pero el mismo Anderson se encargó de reventar esa ilusión al ser expulsado por una doble técnica.

Así, un triple de Curry colocó un +23 definitivo a falta de seis minutos, pero lo peor para los Grizzlies estaba por llegar cuando, con todos los reservas de los dos equipos a punto de salir para finiquitar el encuentro, Morant se lesionó y dejó a los fans de Memphis con una enorme preocupación.