Spoelstra - Jimmy Butler: la fórmula para acabar con todo

Los Heat son un equipo competitivo, extenuante y polifacético que han desterrado a Bucks o Celtics para llegar a una nueva final de la NBA

La pizarra de Spoelstra, la determinación de Butler y el rendimiento de Adebayo, Martin o Vincent, los cimientos del proyecto

Jimmy Butler, el líder de estos sorprendentes Heat

Jimmy Butler, el líder de estos sorprendentes Heat / AFP

Daniel Guillén

Daniel Guillén

Miami sigue de celebración. Y no es para menos. Los Heat han sido un equipo con poco brillo durante la temporada regular y ni los más optimistas podían esperar este excelente rendimiento en la postemporada. Obligado a jugar hasta dos encuentros en el Play-In y a medirse ante rivales de la talla de Bucks o Celtics, los de Erik Spoelstra han superado todas las expectativas y han alcanzado una nueva final de la NBA, la segunda en los últimos tres años.

Lejos queda ya el recuerdo de aquel Big Three liderado por LeBron James, Dwayne Wade y Chris Bosch que disputó cuatro finales consecutivas entre 2011 y 2014 y conquistó un total de dos anillos. Este equipo es menos dominante, con menos estrellas, pero igual de competitivo y sólido. Un equipo diferente, más colectivo, incluso más trabajado.

La pizarra de Erik Spoelstra, la determinación y liderazgo de Jimmy Butler, el dominio en la pintura de Bam Adebayo, la experiencia de Kyle Lowry y Kevin Love y el ímpetu de actores secundarios como Gabe Vincent o Caleb Martin han edificado un bloque extenuante, resistente y completo.

La visión de Pat Riley y la pizarra de Spoelstra

Los dos pilares de los Miami Heat. No se entendería el éxito reciente de esta franquicia sin estas dos figuras. El presidente de la franquicia, Pat Riley, es todo un gestor en lo económico y en lo deportivo. Superado el duelo por la marcha de LeBron James y el adiós de una figura icónica como Dwayne Wade, en Miami han vuelto a construir un equipo de gran calibre que habrá disputado dos finales de la NBA (2020 y 2023) en tan solo tres años. Y unas finales de conferencia en 2022 en la que se caen en el séptimo partido ante los Boston Celtics.

El trabajo en los despachos y sobre la pista les ha llevado de nuevo aquí. Aunque esta, sin duda, es más épica. Por la dificultad, por la tenacidad, por la competitividad. Cayeron ante los Hawks en casa en el primer partido de Play-In y fueron llevados al límite ante los Bulls. A partir de ahí, el equipo comenzó a volar. Sobre la figura de Jimmy Butler cayó toda la responsabilidad: en el camino, sin compasión, han hincado rodilla Bucks, Knicks y Celtics. Casi nada.

Spoelstra, técnico de los Miami Heat

Spoelstra, técnico de los Miami Heat / AFP

Los de Florida son un equipo dinámico, que mueven mucho y bien el balón en los exteriores. Los especialistas (Duncan Robinson, Caleb Martin o Gabe Vincent) han estado especialmente acertados más allá del perímetro. Tres jugadores no drafteados que están ofreciendo un rendimiento superlativo. Riley y Spoelstra; Spoelstra y Riley.

¿Alguien puede con Jimmy?

El ciclón Jimmy Butler está causando estragos en el estado de Florida. Todo parece calmado de octubre a abril, en el marco de la temporada regular. Un tiempo agradable, suave, idílico. Una especie de hibernación. Hasta que llega el momento de los playoffs: la estrella muda de piel y se convierte en el mayor depredador de la NBA. No le hace falta oler la sangre de su objetivo. Ya nota los temores, el miedo, la sensación de alerta. 29.9 puntos, 6.7 rebotes y 5.6 asistencias de promedio en esta postemporada para barrer a los favoritos Bucks y a los vigentes subcampeones Celtics y poner patas arriba el Este. Una vez más.

Atarlo en corto es casi como poner puertas al campo. Que se lo digan a Grant Williams: el jugador se enzarzó con él en en el Game 2 ante Celtics y despertó a la bestia que también sabe causar daño lejos de los límites de Miami. Un asesino impecable, que nunca deja huellas y que es capaz de cometer las mayores atrocidades con una certeza milimétrica. El techo competitivo y las aspiraciones reales de estos Miami Heat están en sus manos. Él marcará los pasos. Él decidirá cuál es el destino. Su vida hasta la NBA no fue fácil. Acabar con él, tampoco lo es.

La determinación de Adebayo; la experiencia de Love y Lowry

Jimmy Butler está secundado por un grupo de jugadores que responden con coherencia a las intenciones del entrenador y del proyecto. Bam Adebayo, jugador con mucha presencia interior y dominante en el rebote, es la segunda espada perfecta para la estrella de Texas. Un jugador que entiende los movimientos de Butler y sabe interpretar qué necesita el equipo en cada momento. El de Nueva Jersey ha promediado 20.4 puntos, 9.2 rebotes y 3.2 asistencia durante los 75 encuentros disputados durante la fase regular. Su tope de anotación pese a la mejorable deriva del equipo, que terminó séptimo en el Este y se vio obligado al todo o nada en el Play-In.

Más jugadores fundamentales: Kevin Love y Kyle Lowry. En el ocaso de sus respectivas carreras, los dos jugadores han aceptado un rol secundario y la dilatada experiencia en la liga y, sobre todo, en la postemporada es un punto clave dentro del vestuario y encima de la pista para entender el gran rendimiento de este equipo. Cómo leen, contemporizan y suman al partido es indispensable para un entrenador como Erik Spoelstra en los momentos críticos del partido, en la gestión de minutos de las principales estrellas sobre la pista.

Los jugadores no drafteados responden

Y, cómo no, tenemos que hablar también de Caleb Martin y Gabe Vincent. Sin olvidarnos de Duncan Robinson, que ha resurgido como una ave fénix en este tramo final del playoff. Sin Tyler Herro por lesión, los jugadores no drafteados han dado un paso al frente para ser importantes. Un acierto más en el majestuoso historial de la franquicia.

El ex de los Hornets fue cortado y ha recalado en Miami para sumar 12.6 puntos, 4.9 rebotes y 1.8 asistencias en estos playoffs, mientras que Gabe Vincent, en los Heat desde justo antes del inicio de la pandemia, promedia 12.9 puntos y en el Game 3 ante los Boston Celtics fue el máximo anotador con 29 tantos y un seis de nueve en triples.