La relación entre Durant y Curry, la clave del éxito en los Warriors

Durant y Curry, dos grandes jugadores muy compenetrados entre ellos

Durant y Curry, dos grandes jugadores muy compenetrados entre ellos / AFP

Sport.es

En Estados Unidos el centro de todas las conversaciones después de que los Warriors ganaran su segundo anillo de la NBA es si van a abrir una hegemonía, a la vez que los seguidores de Golden State viven una auténtica fiebre de compra de todo tipo de objetos relacionados con este segundo título de campeones.

Por la exhibición que han dado durante los tres últimos años, en los que lo han ganado todo, han batido récords, y solo se les escapó en este periodo el título en el 2016 más por fallos de ellos mismos que de aciertos de los Cavaliers de Cleveland, el convencimiento generalizado es que es posible.

Especialmente si el núcleo del equipo se mantiene con el entrenador Steve Kerr a la cabeza, junto con el alero estrella Kevin Durant y el base Stephen Curry, que aunque no lo han dicho públicamente si tienen una complicidad de buscar tal objetivo deportivo.

"No es el momento de hacer valoraciones de futuro, lo que si es importante es que hemos formado un gran equipo, que tenemos una plantilla excepcional, una organización única y unos aficionados especiales", destacó Durant después de haber logrado su primer título de la NBA y el premio de Jugador Más Valioso (MVP).

La llegada de Durant

La llegada de Durant el pasado verano fue la clave que convirtió a los Warriors en un equipo que puede aspirar a ser dinastía y lo que desee. El propio alero rival, la estrella de los Cavaliers, LeBron James, admitió que no era algo "imposible" si no todo lo contrario más que "factible".

"Lograron a un jugador excepcional (Kevin Durant) y han formado un equipo mortífero tanto en el apartado individual como colectivo", valoró James. "Sólo le puedes ganar si juegas un baloncesto perfecto y ellos en algún momento pierden la concentración".

Dos títulos en tres años para Golden State. Y el primero conseguido con Durant, no dejan ninguna duda de el gran equipo en el que se han convertido los Warriors.

"Estamos apenas comenzando", ha declarado Curry al concluir el quinto partido de las Finales (129-120) ante Cavaliers. "Esto es algo que queremos continuar haciéndolo. Valió la pena cada tiro que hicimos en los entrenamientos, superando las lesiones que Durant sufrió este año".

Difícil mantener la actual plantilla

Los Warriors afrontan ahora el frenesí del mercado de agentes libres, buscando retener al mayor número de figuras y suplentes posibles para otra marcha hacia el título en 2018.

El dueño de los Warriors, Joe Lacob. tendrá que tirar de su cartera para darle a Curry el que sería un contrato de 200 millones de dólares. Lo que sea eclipsará los 12 millones que el base se ganó en una fase final en la que los Warriors tuvieron un récord de 16-1.

Poniendo el dinero y los egos a un lado, la armonía en los Warriors fue la ideal desde el primer día que Durant se presentó. Al comienzo, Curry decidió ceder su protagonismo, con el fin que Durant estuviera a su gusto. Pero Curry terminó cargando al equipo cuando Durant causó baja por una lesión en la rodilla durante el tramo final de la temporada regular.

De cualquier manera, la realidad y la clave del triunfo de los Warriors fue que Curry aceptó quedarse en un segundo plano, sin importarle su condición de ganador de dos premios consecutivos de Jugador Más Valioso (MVP) de la liga y ahí estuvo la clave para que Golden State se convirtiese en un equipo casi invencible y camino de de ser una nueva dinastía.