Pau Gasol busca su último reto en la NBA

Pau Gasol: "Mi intención es continuar en Milawaukee Bucks"

 El pívot de Sant Boi apuesta por su continuidad en el equipo de Antetokounmpo de cara a la siguiente temporada / Endesa Basket Lover

Josep González

A sus 39 años, Pau Gasol, el mejor jugador español de baloncesto de la historia, medita concienzudamente la elección de la que puede ser su última aventura en las pistas de la NBA. A las puertas de su retirada, el futuro del pívot de Sant Boi continúa siendo aún un misterio. Solo ha trascendido que seguirá, al menos, un año más en activo y, como agente libre tras acabar la última temporada en los Milwaukee Bucks, puede firmar con cualquier equipo de la Liga americana.

Mientras escudriña un último reto donde poner punto final a su periplo de casi dos décadas bajo la exigente NBA, Pau va dando pasos hacia ese final de trayecto deportivo que ya vislumbra para colgar las zapatillas. Este mes de julio se ha casado, por sorpresa y por partida doble, con la periodista californiana Catherine McDonnell, primero en San Francisco y, luego, en Girona. Ha confesado su deseo de ser padre y, lejos del deporte, sigue asumiendo, como embajador de Naciones Unidas, más proyectos con la Unicef y con su Fundación Gasol junto a su hermano Marc en pos de los niños y la nutrición en su cruzada contra la obesidad infantil.

VOCACIÓN FRUSTRADA

Pau, además de apasionarse por machacar las canastas a 3,05 metros de altura, también soñaba en su juventud con curar el sida y el cáncer, por eso comenzó a estudiar Medicina, carrera que tuvo que abandonar justo antes de dejar el Barça para coger las maletas y embarcarse en su aventura en la NBA. Y aunque no logró su sueño de vestirse de bata blanca y lucir estetoscopio sobre su cuello, eso no le impide, cada vez que tiene oportunidad, visitar a los niños y niñas por los hospitales para arrancarles una sonrisa y trabajar por su bienestar.

Tras llegar al Barcelona con 16 años en la temporada 1997-98, la trayectoria de Pau Gasol fue meteórica. Un 17 de enero de 1999, frente al Cáceres, debutaba en la Liga ACB y, tras adquirir protagonismo en el Barça, los ojos de la NBA se fijaron en por aquel entonces un espigado chaval que, pese a sus 214 centímetros, se movía con una coordinación extraordinaria. Su paso de blaugrana sería fugaz. En 2001, Atlanta lo elegía en el número 3 del Draft e inmediatamente era traspasado a los Memphis Grizzlies.

En esta ciudad situada al suroeste del estado de Tennessee Pau comenzaría a escribir una historia de éxitos en una NBA entonces casi ‘proscrita’ para los jugadores no estadounidenses: Memphis (2001-2008), Los Angeles Lakers (2008-2014), Chicago Bulls (2014-2016), San Antonio Spurs (2016-2019) y Milwaukee Bucks (2019), su última estación. En total, dos anillos de campeón con los Lakers y seis veces All Star. Ahí es nada.

Ahora, mientras aún se recupera de una fractura en el pie izquierdo, busca una franquicia donde cerrar con broche de oro su carrera. Su deseo sería hacerlo en Milwaukee, donde solo llegó a jugar tres partidos, para resarcirse de la mala fortuna y de la temporada aciaga que ha sufrido. Si esta puerta se cierra, hay diversos equipos dispuestos a acoger al pívot catalán. Uno de ellos es Detroit Pistons. Otro, los Lakers, que verían retirarse así a un jugador que, junto a Kobe Bryant, les dio muchos días de gloria con la camiseta de oro y púrpura. Los Boston Celtics también andan buscando una figura para su juego interior y el resto de opciones que suenan –Chicago Bulls, Toronto Raptors y New York Knicks– parecen ser meramente especulativas.

Mientras resuelve su futuro, Pau deberá consolarse con ver por el televisor el próximo Mundial de China y esperar que el próximo año, si el físico le respeta, estar con España en los Juegos Olímpicos de Tokio como punto final a su carrera.