Los Pacers 'humillan' a los Thunder para forzar el séptimo partido

Contra las cuerdas y con su estrella Tyrese Haliburton tocado físicamente, los Indiana Pacers sacaron su mejor versión en el momento más crítico de la serie para aplastar a los Oklahoma City Thunder por 108-91. Una exhibición total que no solo iguala la eliminatoria (3-3), sino que lanza a los de Rick Carlisle con todo el impulso hacia el séptimo y definitivo encuentro, que se jugará la madrugada del domingo al lunes (2:00 h) en el Paycom Center de Oklahoma.

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Los Thunder parecieron saltar a la pista con el trabajo ya hecho tras recuperar el factor cancha con sus dos triunfos previos. Pero ese exceso de confianza les costó caro. Compitieron con cierta dignidad hasta el segundo cuarto (32-31 a falta de 8:51), momento en que colapsaron ante un huracán amarillo que les endosó un demoledor parcial de 38-11. La desventaja, insalvable ya al descanso (64-42), marcó un partido que acabó en exhibición de los locales y pesadilla para los visitantes.

Superioridad aplastante en todas las facetas

Los Pacers, que no perdían tres partidos seguidos desde marzo, evitaron esa marca con una actuación coral impecable. Brillaron en triples (15/42 por 8/30), redujeron sus pérdidas (10 por 21), movieron el balón con eficacia (23 asistencias por 14) y dominaron desde el banquillo (48 puntos por 37). El contraste con Oklahoma fue brutal.

Andrew Nembhard lideró con 17 puntos (3/5 en triples), secundado por Pascal Siakam (16+13+3) y un Haliburton que, pese a las molestias, firmó 14 puntos (3/7 en triples) y 5 asistencias. La energía de los suplentes Obi Toppin (20+6) y TJ McConnell (12+9+6) rompió el duelo y hundió anímicamente a los Thunder.

Oklahoma, un mar de errores

Ni las estrellas de los Thunder lograron esquivar la tormenta. Shai Gilgeous-Alexander (21+4+2), aunque fue el máximo anotador, terminó con 8 pérdidas. Jalen Williams (16) tampoco estuvo fino. El resto, directamente desapareció: Chet Holmgren (4+6), Lu Dort (3+4) y Alex Caruso (0+3+2) no estuvieron a la altura de una noche decisiva.

Oklahoma firmó un desastroso primer tiempo: 12 pérdidas, solo 3 asistencias y un 1/11 en triples. El tercer cuarto fue un calvario, tardando más de cinco minutos en anotar su primera canasta tras el descanso. El público del Gainbridge Fieldhouse lo celebraba; los Thunder parecían pensar ya en el próximo partido.

Una ventaja demoledora

Indiana llegó a liderar por 31 puntos (93-62), y aunque bajaron la intensidad en los minutos finales, el daño ya estaba hecho. La paliza no solo sirvió para igualar la serie, sino también para dejar tocado moralmente al que había sido el mejor equipo de la temporada regular (68-14).

Con el marcador final de 108-91, los Pacers se ganan la oportunidad de pelear por el anillo en un todo o nada en el Paycom Center. Los Thunder, con un imponente balance como locales (35-6 en temporada regular y 10-2 en estos playoffs), buscarán redimirse ante su público y cerrar una serie que ahora luce mucho más abierta que hace solo unos días.