El maestro Chris Paul silencia a los rebeldes Pelicans

Chris Paul dio una exhibición en el último cuarto para los Phoenix Suns (111-114)

Era el primer partido sin el lesionado Devin Booker

Paul, ante los Pelicans

Paul, ante los Pelicans / AFP

EFE

Como un maestro que manda callar a toda una clase de revoltosos y rebeldes alumnos, Chris Paul dio una exhibición en el último cuarto para que los Phoenix Suns, sin el lesionado Devin Booker, se llevaran una importante victoria ante los New Orleans Pelicans (111-114) que les da el 1-2 en esta serie de primera ronda.

A punto de cumplir 37 años, Paul se encarga de recordar noche tras noche que es uno de los mejores bases de la historia de la NBA.

En un encuentro muy complicado -el primero sin Booker tras una lesión en los isquiotibiales que le dejará fuera de dos a tres semanas-, Paul impartió una clase magistral con 28 puntos (10 de 18 en tiros), 4 rebotes y 14 asistencias sin registrar ni una sola pérdida de balón.

Paul se reservó lo mejor de su show para un cuarto parcial en el que fue el amo y señor: 19 puntos, con 7 de 10 en tiros, y la sensación de que manejaba lo que pasaba en todos los lados de la cancha.

El base contó además con el gran respaldo de Deandre Ayton, enorme con 28 puntos y 17 rebotes para suplir a Booker.

Los muy meritorios Pelicans, que lo intentaron todo pero que acabaron sucumbiendo en el desenlace ante Paul, tuvieron como líderes a los excelentes Brandon Ingram (34 puntos y 7 rebotes) y CJ McCollum (30 puntos, 4 rebotes y 7 asistencias).

El español Willy Hernangómez no tuvo hueco en la rotación de los Pelicans mientras que su compañero José Alvarado, estadounidense de raíces puertorriqueñas y mexicanas, firmó otra notable actuación con 9 puntos, un rebote y una asistencia en 17 minutos.

Los Suns tuvieron una noche de pesadilla desde el triple (4 de 26) pero lo compensaron con 64 puntos en la pintura.

El cuarto partido de la serie se jugará el domingo también en Nueva Orleans.

AYTON GOLPEA, PAUL SENTENCIA

Con Booker en el banquillo pero sin poder saltar a la cancha, los Suns tenían muchos puntos que suplir y Ayton dio un valioso paso al frente en el interior con 13 puntos y 4 rebotes el primer cuarto.

Buscando las transiciones rápidas, los Pelicans se fueron al segundo cuarto por delante (29-28), pero un gran mate con adicional de Shamet le devolvió la ventaja a los Suns (39-40 con 6.10).

A falta de 5.13 llegó el momento clave de la primera mitad.

Sin el balón de por medio, Hayes le dio un empujón por la espalda a Crowder, que tras levantarse del suelo reclamó explicaciones ante el joven -y aquí irreflexivo- jugador de los Pelicans.

Tras una pequeña discusión con los dos equipos involucrados, los árbitros le pitaron una técnica a Crowder y una flagrante de tipo 2 a Hayes, por lo que el de Nueva Orleans se fue a la ducha antes de tiempo.

Esa expulsión pareció descentrar a los Pelicans, que encajaron un parcial de 4-14 en los últimos cinco minutos del segundo cuarto y que se marcharon al vestuario por detrás ante unos Suns más serenos (48-59).

Willie Green calmó los nervios de sus jugadores y en el tercer cuarto los Pelicans se salieron.

Con Ingram y McCollum presumiendo de una deliciosa finura desde el tiro de tres y también desde la media distancia, los locales equilibraron el encuentro después de un 31-22 en el tercer parcial que hizo encender todas las alarmas en los Suns (79-81).

Ya en el último cuarto, el partido midió en los primeros compases la veteranía y pasmosa seguridad de Paul con el caos controlado y las inquietas travesuras de Alvarado.

Pero Paul no tenía ya tiempo para más juegos y, con un tramo impresionante en el que llegó a encadenar 8 puntos seguidos sin inmutarse, cerró una victoria crucial para unos Suns que están sudando mucho para vencer a estos respondones Pelicans.