La lesión de Ricky Rubio, al detalle

Los doctores Jordi Puigdellivol y Fernando Clemente de la Unidad de Rodilla de iMove-Clínica Mi Tres Torres nos informan sobre la lesiones de ligamento cruzado anterior

El jugador catalán de la NBA se resbaló en el partido del pasado martes ante los New Orleans Pelicans

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Ricky Rubio, con los Cavs en una imagen de archivo / Google

SPORT.es

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Los Cleveland Cavaliers han emitido esta madrugada un comunicado en el que confirman que Ricky Rubio sufre una rotura en el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, lo que le hará perderse lo que resta de temporada.

El jugador catalán de la NBA se resbaló en el partido del pasado martes ante los New Orleans Pelicans y tuvo que abandonar la pista sin poder caminar, con la ayuda de sus compañeros. Rubio ya sufrió esta misma lesión en 2012, cuando jugaba con los Minnesota Timberwolves.

Para entender más sobre la gravedad de esta lesión, los traumatólogos de iMove-Clínica Mi Tres Torres expertos en rodilla, Dr. Jordi Puigdellivol y Dr. Fernando Clemente, nos explican que “el ligamento cruzado anterior se inserta en el interior de la rodilla, tiene un tamaño pequeño aunque es muy robusto, y es de vital importancia para la articulación”.

Este ligamento, junto con el ligamento posterior y los ligamentos laterales interno y externo, “aportan estabilidad a la rodilla para evitar que se desplace hacia delante de forma inadecuada y controlan los movimientos de angulación externa e interna, así como la rotación de la tibia”, expone el doctor Clemente. Y añade: “De los cuatro ligamentos más importantes que tiene la rodilla, el ligamento cruzado anterior es el que se lesiona con más frecuencia”.

La lesión del ligamento cruzado anterior es un esguince o desgarro de ese ligamento. Su rotura, parcial o total, se produce por un cambio brusco en la dirección de la rodilla o al caer y apoyar mal la extremidad después de un salto. “Se tensan todas las fibras colágenas que componen el ligamento hasta que se rompen”, describen los expertos de iMove-Clínica Mi Tres Torres.

Este tipo de lesión es una de las más habituales entre jugadores de fútbol y baloncesto, así como en deportes de invierno como el esquí y el snowboard, cuyas rodillas están sometidas a sobre esfuerzos y cambios bruscos de dirección y de ritmo.

La mayoría de las personas que sufren una rotura del ligamento cruzado anterior sienten dolor y una especie de chasquido en la rodilla en el momento que sufren la lesión. Acto seguido, la rodilla suele inflamarse, ya que al romperse el ligamento existe un sangrado dentro de la articulación. Otros síntomas habituales que aparecen son la sensación de inestabilidad en la rodilla, que no es capaz de controlar adecuadamente el movimiento al apoyar la extremidad.

La cirugía: principal opción de tratamiento para la rotura del ligamento cruzado anterior

Dependiendo de la gravedad de la lesión del ligamento cruzado anterior, el tratamiento puede constar de descanso y ejercicios de rehabilitación para que el paciente recupere la fuerza y la estabilidad, o bien, puede constar de una cirugía de reemplazo del ligamento desgarrado seguida de rehabilitación.

La decisión de optar por un tratamiento quirúrgico o una terapia conservadora para tratarla se basa en múltiples variables específicas para cada paciente. Aunque el doctor Fernando Clemente matiza que “hoy en día la inmensa mayoría de las personas que tienen una lesión del cruzado anterior se operan”.

“En el presente caso se trata de una rotura de una plastia ligamentosa realizada en 2012, así que en estos casos la opción conservadora está totalmente descartada, y más todavía en deportistas de alto rendimiento”.

En estos casos la intervención suele consistir en el reemplazo de la plastia ligamentosa por otra nueva, y frecuentemente se asocia otro tipo de plastias de refuerzo para asegurar más todavía el resultado

A diferencia del fútbol, disciplina en la que la recuperación de una intervención de este estilo es de 6-7 meses, al ser un jugador baloncesto y en concreto de la NBA, “la recuperación se alargará seguramente hasta los 9 meses”, afirma el Dr. Puigdellivol. “En la NBA, algunos jugadores pueden llegar a tardar incluso 12 meses en reaparecer después de este tipo de lesiones. No obstante, por lo que se sabe de la lesión y viendo la trayectoria de Ricky, un jugador con su fortaleza física y psíquica, estará de vuelta en las pistas al mismo nivel que ha demostrado en estos últimos años”.