El fracaso de LeBron James en los Lakers

LeBron no disputará la postemporada en la NBA este año

LeBron no disputará la postemporada en la NBA este año / AFP

Roger Payró

La llegada de LeBron James a Los Ángeles Lakers fue el movimiento más mediático del pasado verano en la NBA y que ilusionó a una franquicia condenada al fracaso en los últimos años. Con el fichaje de ‘El Rey’, el segundo equipo más laureado de la historia de la competición aspiraba a volver a disputar la postemporada después de cinco años y construir así un proyecto a medio plazo para volver a lograr el anillo. Sin embargo, unos resultados por debajo de lo esperado –influenciados por la lesión de LeBron en un momento clave- y otros asuntos extradeportivos han convertido la temporada 2018-2019 de los Lakers en un desastre por las expectativas creadas.

Optimismo. Eso es lo que se respiraba en el Staples Center en el primer tramo de temporada, en el que el equipo dirigido por Luke Walton contaba con un balance positivo y se las prometía felices para regresar a los ‘playoffs’. Duró poco la alegría, concretamente hasta que los angelinos sufrieron una pesadilla por Navidad.

Su lesión, clave

En una noche histórica tras el aplastante triunfo por 101-127 en la pista de los Golden State Warriors, LeBron James sufrió un inoportuno resbalón al poco del inicio del segundo tiempo que le causó una lesión en el abductor de su pierna izquierda. La euforia en el Oracle se transformó en desaliento cuando después de las pruebas médicas se supo que la estrella del equipo se iba a perder unos cuantos partidos, algo inédito en toda su trayectoria en la NBA. Ahí empezó la debacle de los Lakers.

Con ‘el Rey’ en pista, el balance era de 20-14. Sin él, los angelinos sumaron solo seis triunfos en 17 partidos. Cuando el de Akron volvió se encontró con un 26-25 que no era irremediable, pero la baja de un pilar en defensa como Lonzo Ball mermó a un equipo que después perdió a Brandon Ingram y que con el paso de los partidos iba bajando posiciones en la Conferencia Oeste.

El barco se hundía y buscaron la solución de acudir al mercado para reflotarlo. La llegada de Anthony Davis era el deseo de la franquicia y sobre todo de LeBron. El anhelo era tal que los angelinos llegaron a ofrecer hasta seis jugadores y dos rondas futuras del Draft para hacerse con sus servicios, pero su llegada no se acabó consumando y todos estos movimientos hirieron casi de muerte al vestuario. A partir de entonces, era la crónica de una muerte anunciada y tras haber ganado solo dos de los últimos doce partidos, las opciones matemáticas de jugar la postemporada se han acabado de enterrar del todo.

No al ‘tanking’

Precisamente el segundo triunfo del mes de marzo se produjo la madrugada del domingo a este lunes ante los Sacramento King (111-106). Con el equipo sin posibilidades de acceder a los ‘playoffs’, el ‘tanking’ –perder deliberadamente para tener más opciones de conseguir una buena elección de draft- podría asomarse por la ventana. Pero eso ‘el Rey’ no lo tolera.

"Nunca me engañaría a mí mismo. Sé que estamos sin opciones de entrar en playoffs, pero si estoy sobre el parqué, voy a jugar de lo forma que sé, que es jugar para ganar. Nunca engañaré al juego", aseguró el de Akron. Su triple-doble (29 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias), el octavo en los Lakers y el 81º de su carrera, es la prueba de que LeBron solo conjuga el verbo ganar.

El ‘Año I’ de ‘King James’ en Los Angeles ha sido un fracaso. Por primera vez desde el 2005 el ‘23’ no estará en los ‘playoffs’, pero darle por muerto sería un error. ‘El Rey’ quiere su cuarto anillo y no cesará en su empeño hasta lograrlo.