Durant, el ángel caído

El retorno de Kevin Durant era la última esperanza de unos Warriors que se encontraban entre la espada y la pared frente a unos Raptors que acariciaban el título.

Durant no jugaba desde el quinto partido de la serie ante los Houston Rockets (9 de mayo) por una lesión en la pantorrilla derecha. La incertidumbre se había instalado a su alrededor por el alcance de la lesión. Y sobre todo, por cuando volvería a jugar.

Pero el alero, mostrando compromiso total, se vistió de corto en este quinto partido en Toronto. El 'factor milagro' de su retorno duró casi 12 minutos en los que anotó 11 puntos con un 3 de 3 en triples. Golden State dominaba en el luminoso y las sensaciones no podían ser mejores.

Pero a 9'46" del descanso, Durant frenó en seco y se fue al suelo tras intentar driblar a Ibaka. Se llevó la mano al pie derecho, concretamente a la zona del tendón de Aquiles. Era la constatación de que algo grave pasaba.Curry e Iguodala le acompañaron al vestuario...mientras que desde la grada, algún sector de la misma aplaudía. Un feo gesto que los propios jugadores de los Raptors recriminaron y conminaron a que se acabara.

Al final, Kevin Durant acabó en el vestuario despedido con respeto por la afición rival y con el rostro desencajado que hacían presagiar una lesión grave.

Desolación en los Warriors

Nada más acabar el choque, una comparecencia nada habitual. Bob Myers (manger general de Golden State) saltó a la palestra. Lo hizo con el rostro desencajado y entre lágrimas afirmó: "no sé lo que saldrá del examen médico. Le habían permitido jugar esta noche; fue una decisión de conjunto. No creo que nadie es responsable pero entiendo en este mundo, si es necesario, se me puede echar la culpa a mi", explicó Myers."Y quiero decir algo sobre Kevin Durant. Ama el baloncesto y la gente que ha cuestionado si quería volver a este equipo estaban equivocadas. La gente que le lleva es buena, tampoco es justo por ellos".

Como si fuera un homenaje a su compañero caído, los Warriors acabaron ganando en Toronto. Tras el duelo, el propio Durant salió a la palestra en su cuenta de Instagram. ""Mi alma está muy dolorida en estos momentos. No quiero mentir, pero ver a mis hermanos obtener esta victoria fue como beber tequila, me dio nueva vida".

Si, como parece, se confirma una rotura en el tendón de Aquiles, a Durant le espera un largo periodo de baja.Justo cuando el alero debía afrontar la decisión sobre su futuro. Durant, cuyo contrato asciende esta temporada a 30 millones de dólares, tenía una opción de renovar por Golden State (31,5), renegociar un nuevo contrato, o dejar la franquicia. Y ahora este percance podría variarlo todo