Denver Nuggets - Miami Heat: la sorpresa contra el favoritismo

Los Heat de Spoelstra y Butler ponen a prueba la eficiencia de los Nuggets de Jokic y Murray en la final de la NBA

Tras unos play-offs tremendos, los de Florida alcanzan la segunda final en los últimos tres años con ganas de redención

Miami Heat - Denver Nuggets, en las Finales de la NBA

Miami Heat - Denver Nuggets, en las Finales de la NBA / SPORT

Daniel Guillén

Daniel Guillén

De todas las combinaciones posibles, ningún parámetro matemático se habría atrevido a presagiar un Denver Nuggets - Miami Heat en las finales de la NBA. No porque sea un sorpresa, que también, sino porque los playoffs de los de Florida se escapan de toda lógica: han competido a límites más allá del razonamiento humano. Tuvieron que jugar el Play-In, a dos partidos, y en su camino se posaron los Bucks y los Celtics, además de los Knicks. Pero ni así. No ha habido rival capaz de expugnar la pizarra de Erik Spoelstra.

Los de Florida, que juegan su segunda final de la NBA en los últimos tres años, pondrán a prueba el techo real de los Denver Nuggets: los de Colorado podrían llegar al punto máximo de su proyecto conquistando el primer título de la NBA en toda su historia con un equipo especialmente completo. Jokic, como principal espada, y Murray lideran un bloque en el que jugadores como Gordon, Porter Jr. o Caldwell-Pope han sido clave para dejar en el camino a Wolves, Suns y Lakers, que llegaron mucho más lejos de lo esperado y se quedaron a las puertas de hacer historia.

Sobre el papel, por plantilla, recursos y fiabilidad, los Denver Nuggets son los grandes favoritos de la serie, pero desde Miami aceptan el papel: también eran los grandes condenados ante Bucks y Celtics. Con un gran recorrido durante las tres últimas postemporadas, los Heat de Butler buscan un anillo que podría traspasar cualquier precedente. Porque nunca antes un octavo clasificado ha ganado un anillo. De hecho, tan solo en seis ocasiones un octavo de conferencia ganó al primero: Denver Nuggets (1994), New York Knicks (1999), Golden State Warriors (2007), Memphis Grizzlies (2011), Philadelphia 76ers (2012) y Miami Heat (2023). Este equipo, pase lo que pase, ya es histórico.

Jokic - Butler: en busca del primer anillo

Esta final de la NBA de 2023 coronará por primera vez a una de las dos grandes súper estrellas que han guiado a su equipo hasta aquí: Nikola Jokic o Jimmy Butler entrarán por la puerta grande en la historia de la competición. La confirmación del serbio o la redención del de Texas. Solo puede quedar uno.

El serbio está promediando 29.9 puntos, 13.2 rebotes y 10.1 asistencias por encuentro en estos playoffs con un 54.4% en tiros de campo y un 47.1% desde más allá del perímetro en lo que está siendo una dominio absoluto. Dos veces MVP de la temporada regular (2021 y 2022), el de los Nuggets quieren poner el colofón con su primer anillo.

El estadounidense, por su parte, está firmando unos números que ascienden también hasta los 29.9 puntos, además de 6.7 rebotes y 5.6 asistencias por encuentro. Un 51.1% en tiros de campo y un 35.7% desde el triple, pero sobre todo está siendo decisivo en los finales con acciones personales que lideran al equipo en los momentos ajustados.

La eficiencia de los Nuggets

Los de Colorado son un equipo especialmente eficiente y fiable. Mueven el balón con inteligencia, cargan el rebote ofensivo y tienen tiradores especialistas en los exteriores para castigar los desajustes defensivos del rival. Un recital de buen baloncesto que se cimenta sobre la lectura de juego de Nikola Jokic, uno de los jugadores más avispados de la competición y uno de los que mejor ejecuta con el balón en las manos. Su inseparable compañero, Jamal Murray, es todo un especialista en la creación de las jugadas ofensivas, tiene buen tiro en suspensión desde la media y larga distancia y entiende mejor que nadie el pick&roll con el serbio. Una combinación explosiva.

En una segunda fila aparecen Michael Porter Jr., cada vez más cerca de su mejor versión ya olvidadas las lesiones, que es todo un francotirador desde el triple y un perfil especialmente intenso en defensa. También Aaron Gordon, que ha encajado como guante en la pizarra de Malone junto a Jokic y Murray y potencia al colectivo desde el esfuerzo en la transición, el cierre del rebote y la lectura de los espacios. Sin olvidarnos, por supuesto, de Kentavious Cadwell-Pope, campeón con los Lakers en la burbuja, un especialista defensivo que se anima cada vez más para mirar al aro.

La rotación, corta, es uno de los puntos más débiles de estos Nuggets. No porque Brown o Braun no sumen desde el banquillo. Al contrario: su salida a pista le da otro ritmo al equipo, más veloz, más proclive a rajar por dentro de la zona con penetraciones a canasta. Pero lo cierto es que poco más allá de eso: durante esta postemporada, pocos jugadores más han tenido minutos de calidad.

La supervivencia de los Heat

Spoelstra lo ha vuelto a hacer. Seguramente no haya un entrenador que haya sido capaz de construir tanto con tan poco en la última década en la NBA. Porque estos Heat, nombre por nombre, ningún experto los situaría entre los mejores del Este, ya no de la liga. Pero en el baloncesto, como en cualquier deporte, se rige por rendimiento y no por nombres. Y ahí es donde el técnico es todo un especialista: potenciar a los jugadores y ofrecerles un contexto para que lleguen a su máximo personal. Adebayo, Vincent, Caleb Martin, Duncan Robinson...

Guiados por una estrella que brilla como Jimmy Butler, los de Florida son equipo sobresaliente en muchos aspectos del juego: trabajados tácticamente, mueven el balón con mucho criterio, generan espacio para que los tiradores exteriores ejecuten con cierta facilidad y aplican mucha intensidad en la defensa zonal, marca de la casa.

Adebayo tiene un gran dominio físico en la zona, Lowry y Love suman experiencia en el vestuario y en la pista y Caleb Martin, Gabe Vincent o Duncan Robinson, renacido, hacen de las suyas desde el perímetro. Tres jugadores no drafteados que se mueven por la pista prácticamente como representantes del All-Star. El resumen perfecto de lo que son estos Heat. Jugadores que rinden por encima de lo que se esperaba y que construyen un espíritu de equipo capaz de tumbar a cualquier rival y cualquier contexto.

Nuggets, gran favorito

Lo más probable es que las posibilidades de los Miami Heat en esta final aumenten a medida que la serie se alargue. En distancias cortas, los Denver Nuggets son los grandes favoritos por plantilla, recursos, eficiencia y recorrido. Pero la experiencia y resistencia de un equipo como el de Florida puede crecer exponencialmente si los resultados no se dan, si existieran contextos adversos como molestias físicas, problemas de anotación, poca intensidad defensiva... Si hay un rival y, sobre todo, un entrenador capaz de desarbolar a los Nuggets ese Spoelstra.

La gestión de los partidos y los minutajes en los Miami Heat es un punto a favor, además del recorrido en finales NBA, que disputarán su segunda en los últimos tres años y una final de conferencia en la que llevaron a Boston Celtics a siete partidos en 2022. La experiencia contra la ilusión. La sorpresa contra el favoritismo. Empieza lo bueno.