El debutante DeRozan llevó a los renovados Spurs a la victoria

Pau Gasol y Aldridge, en una acción defensiva de San Antonio

Pau Gasol y Aldridge, en una acción defensiva de San Antonio / AFP

Ramon Palomar

Ramon Palomar

Los San Antonio Spurs iniciaron una nueva etapa todavía con Greg Popovich en el banquillo, con una exhibición del recién llegado, DeMar DeRozan, que fue la gran estrella del equipo tejano, con 28 puntos, en la victoria ante Minnesota Tomberwolves, por 112-108.

Partizado de la nueva estrella del equipo, que estuvo bien acompañado por LaMarcus Aldridge, con 21 puntos y 19 rebotes. Por su parte, Pau Gasol arrancó desde el banquillo y aportó cinco puntos en 23 minutos de juego, además de siete rebotes y seis asistencias.

“Fue un verano muy largo para mi, así que me siento muy contento por haber empezado tan bien”, decía DeRozan, que llegó este verano a San Antonio tras el traspaso de Kawhi Leonard a Toronto, su anterior equipo. El traspaso sorprendió a DeRozan, pero demostró en su primer partido su total implicación en su nuevo destino.

Butler, disgustado pero el mejor

Los Woves tuvieron a su mejor hombre en el disgustado Jimmy Butler, que lleva todo el verano pidiendo un traspaso, que, de momento, no le han concedido. A pesar de ello, no tuvo ni mucho menos una actitud pasiva, y fue el más destacado de los visitantes, con 23 puntos.

Tengo todavía 81 partidos por delante, eso es lo único que importa”, dijo Butler al ser preguntado si espera mantenerse en el equipo. “Hemos de centrarnos en este momento, lo que venga, veremos. Si acabo traspasado, no depende de mi, pero mientras tanto, tengo que tratar de ayudar al equipo”. Sin duda un mensaje de esperanza para los Wolves.

Los Spurs, con ocho nuevos jugadores en la plantilla, es la mayor transformación sufrida en la franquicia tejana desde 1992. Y Pau Gasol, de momento, sigue en ella, a pesar de haber perdido las grandes estrellas que hicieron grande el equipo en la última década.