Unos Celtics enrachados superan a los Pacers como visitantes

Boston le ganó a Indiana el pasado lunes y este miércoles lo ha hecho de nuevo, esta vez por 100-119

La aportación de Tatum y Brown, con 67 puntos entre ambos, fue clave para la victoria de los de Massachusetts

Jayson Tatum.

Jayson Tatum / AFP

EFE / Boston

Los Boston Celtics de Jayson Tatum y Jaylen Brown, que sumaron 67 puntos entre los dos, consiguieron la noche del miércoles su tercera victoria consecutiva al imponerse a los Indiana Pacers (100-119). Los Celtics llegaban a Indiana después de haber ganado en casa el lunes también a los Pacers tras una prórroga (101-98) y a los New York Knicks el sábado (99-75).

En un partido en el que en todo momento los Celtics (21-21) estuvieron por delante, Brown consiguió 34 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias mientras que Tatum sumó 33 puntos 7 rebotes, 4 asistencias, 2 robos y 2 tapones. Por su parte, Dennis Schroder logró 23 puntos, 2 rebotes, 3 asistencias y un robo. El dominicano Al Horford aporto 8 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias para los de Boston.

En cuanto a los Pacers (15-27), el mejor fue Domantas Sabonis con 17 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias y 2 robos, pero el conjunto local se vio muy penalizado por su escaso acierto desde el perímetro (7 de 36, 19,4%). Myles Turner anotó 18 puntos, Caris LeVert sumó 16 y Justin Holiday consiguió 13.

Tatum empieza fuerte

En los primeros cuatro minutos del primer cuarto, Tatum materializó tres triples de tres intentos, dando ventaja a los de Boston en el marcador (9-16). Otro triple de Tatum a cinco minutos del final del primer parcial marcaba la máxima ventaja de los Celtics hasta el momento (13-24), pero a falta de dos minutos el pívot de los Pacers Domantas Sabonis respondió con un poderoso mate a una mano. El primer parcial (25-35) concluyó con 14 puntos de Tatum, que hizo también 2 tapones, y 10 de tantos de Jaylen Brown, ambos además sumando 2 asistencias y 1 rebote. LeVert fue el mejor de los Pacers con 7 puntos y una asistencia.

El segundo cuarto comenzó con un extraordinario tapón de Oshae Brissett sobre Josh Richardson y, aprovechándose de algunos errores de los Celtics, Justin Holiday acortó la ventaja (31-37) con dos triples y una canasta. Sin embargo, Brown impuso su ley con dos triples seguidos en menos de un minuto para volver a marcar diferencia en el luminoso (31-45). Aunque los Celtics siguieron dominando el segundo cuarto, los Pacers no estaban dispuestos a darlo por perdido con un gran trabajo en equipo y la primera mitad finalizó con una diferencia de tan solo 5 puntos (49-54) gracias a los 10 puntos de Sabonis. Tatum firmó un mate el segundo parcial, sus únicos dos puntos en un segmento en el que estuvo más dedicado -lo que no suele ser muy habitual en el líder de los Celtics- a hacerle espacio y apoyar a Brown y al resto de compañeros tanto en defensa como en ataque.

Los Celtics controlan la situación

El tercer cuarto comenzó con Schroder tirando de los Celtics mientras que Sabonis hacía lo propio en los Pacers. Un 'alley-oop' con pase de Al Horford y mate de Robert Williams III cerca de la mitad del tercer cuarto daba una ventaja de 15 puntos a los Celtics (55-70). Desde la línea de personal y el triple, Brown aumentó el diferencial a 18 (60-78) a cinco minutos de terminar el parcial. Aunque los de Boston controlaban la situación, un mate de Oshae Brissett en los últimos segundos recordó a los Celtics que los de Indianapólis no se lo iban a poner fácil.

El eléctrico Payton Pritchard, quien se había perdido los últimos partidos por protocolo del coronavirus, saltó a la cancha en el cuarto final a comerse el mundo, pero el entrenador Ime Udoka no le dio mucho juego y lo regresó al banquillo a los 4 minutos. Otros dos triples seguidos de Brown en pocos segundos consiguieron la máxima ventaja del partido (87-109) a menos de cinco minutos del final. En los últimos minutos del encuentro, el resultado en el marcador comenzó a no interesar tanto como el amistoso duelo entre Brown y Tatum por ver quién anotaba más. Udoka volvió a sacar a la pista al pequeño gran Pritchard, que se apuntó el último triple del partido dejando el marcador en 100-119.