Historia SPORT

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Sanidad 'ahoga' la natación

Las instalaciones acuáticas del CAR de Sant Cugat siguen cerradas

Las instalaciones acuáticas del CAR de Sant Cugat siguen cerradas / IGNASI PAREDES

David Rubio

David Rubio

En la sucesión de idas y vueltas con continuas rectificaciones que está caracterizando  la estrategia del Gobierno para frenar la pandemia del COVID-19, la natación española ha sido una de las grandes perjudicadas en los albores de la ‘desescalada’... un término que ni siquiera recoge la RAE.

Mientras casi todos los deportistas han regresado a la actividad en el exterior, Sanidad ha excluido las piscinas de la Fase 1, equiparando los centros de recreo a los de entrenamiento. Además, España fue el primer país que cerró los centros acuáticos.

Tras recalcar su máximo respeto a las decisiones del Gobierno, la Federación Española de Natación (RFEN) expresó su “sorpresa” tras conocer como el artículo 41.3 del BOE del sábado excluía las zonas de agua de este primer paso de regreso a la llamada ‘nueva normalidad’.

Así, se permiten “múltiples actividades deportivas al aire libre excluyendo incomprensiblemente las piscinas pese al informe del CSIC (‘Transmisión del SARS-CoV-2 en playas y piscinas’) de 5/5/20, que avala la seguridad del medio acuático donde el uso de desinfectantes lleva años ampliamente implantado”.

Carpena, muy molesto 

En este sentido, el presidente federativo Fernando Carpena demanda igualdad. “No pedimos ningún privilegio, sino tener la misma consideración que otras modalidades deportivas al aire libre”, recalcó.

“Si no se cambia esa orden, la natación queda excluida como actividad física para los cientos de miles de españoles que la practican”, insistió sin ocultar su profundo malestar con la decisión del Gobierno. 

Con los Juegos Olímpicos de Tokio y los Europeos de Budapest aplazados un año hasta 2021, la temporada de natación ha quedado fuertemente golpeada por un coronavirus que ha dejado a los deportistas sin las dos grandes citas de 2020 con el Mundial en piscina corta de Doha  en diciembre como próximo reto.

Más reacciones

Y los nadadores expresan sus dudas. “Me angustia pensar cuándo podremos entrenarnos como antes”, explica la catalana Jessica Vall, una de las grandes referentes de la natación española con sus incontables éxitos en 200 braza como gran argumento.

“Sigo las rutinas de mi entrenador, pero no tiene nada que ver trabajar en seco a hacerlo en piscina”, explicaba a ‘Marca’ la balear Melani Costa, quien confía en poner punto y final a su dilatada trayectoria el año que viene en los Juegos de Tokio. 

Al menos, María Vilas, olímpica en Río en aguas abiertas y bronce en los Europeos de 2016 en 1.500 metros, sí se está pudiendo entrenar en las aguas de la ría de Arousa.

Tres Centros de Alto Rendimiento, bajo cero

A la referida exclusión del Gobierno de las instalaciones acuáticas en la Fase 1 de la ‘desescalada’ (un ‘palabro’ que no existe para la RAE) se une el hecho de que los tres grandes Centros de Alto Rendimiento en los que suelen entrenarse buena parte de los mejores nadadores españoles están en zonas que siguen en la Fase 0

Son los de Sant Cugat (Barcelona), Joaquín Blume (Madrid) y Sierra Nevada (Málaga). Es decir, los centros en los que se forjan prácticamente todas las ilusiones de la natación española para las grandes citas, con mención especial para los Juegos Olímpicos.

De forma paralela, el CSD anunció ayer que los deportistas profesionales sí podrán desplazarse a otras provincias para entrenarse en los Centros de Alto Rendimiento cuyos territorios hayan pasado de fase. Por tanto, salvo medida al respecto de los gobernantes, mala pinta tiene la situación para el conjunto de la natación española.