Rafa Muñoz: "Mi récord del mundo fue como un amor no correspondido"

Rafa Muñoz, cordobés de 32 años, batió el récord del mundo de los 50 mariposa en 2009 parando el crono en 22.43 segundos. La que tendría que ser la mejor noticia para un nadador se convirtió en una bomba de relojería que acabó en depresión y dos intentos de suicidio. Al cabo de los años el ex nadador afincado en Barcelona y padre de dos hijos ya habla abiertamente de sus problemas. También con SPORT.

¿Dónde te encontrábamos a antes del confinamiento?

Estaba trabajando, en el gimnasio, haciendo una vida bastante fuera de casa.

¿En qué trabajas?

En el departamento de logística de una multinacional de deporte.

¿Queda algo del Rafa Muñoz nadador?

La experiencia y el cuerpo (risas). Quedan recuerdos, vivencias...

¿No hay proyectos viculados a la natación?

Sí, me gustaría hacer clínics y campus de nadadores. Por otro lado también molaría ayudar a la Federación Española, colaborar, mejorar la situación de los nadadores en España. No creo que las cosas se estén haciendo lo mejor posible y hay muchos ex nadadores válidos a los que habría que darles confianza. 

"No echo de menos la natación, pero sí ayudar a la Federación aunque no me dan la oportunidad"

¿Echas de menos la natación?

No. He currado mucho en la natación y me he pegado muchos palos en el agua. Echo de menos poder ayudar a la Federación, pero no me dan la oportunidad

¿Qué podrías aportar?

 Siempre he puesto a la Federación de vuelta y media, podría ver las carencias que yo reclamaba y estudiar cómo suplirlas, y como mejorar. Pero si la Federación no confía en los nadadores es muy difícil que los nadadores confíen en la Federación. 

¿En qué año tenemos que situar tu retirada?

Kazan 2015. Hasta un año después no lo hice público, pero cuando acabé el Mundial de Kazán me dije: ‘Hasta aquí’.

¿Tenías problemas con la Federación?

No he tenido buena comunicación con el presidente, Fernando Carpena, y el Director Técnico Luis Villanueva. Pienso que no están capacitadas llevar dirigir la Federación.

"A la Federación le falta un presidente que coma cloro como los demás"

¿Qué le falta a la Federación?

Un presidente debe ser cercano, comunicativo y que empatice con los nadadores. No puede estar solo en el palco, tiene que estar a pie de piscina comiendo cloro como los demás. Para saber qué les falta a los deportistas tienes que oler las carencias y ahí arriba no lo vas a ver. Hay que guardar un poquito el orgullo.

¿Sólo eso? 

Y hacer un proyecto acorde a nuestras necesidades y capacidades, no cogiendo trocitos de lo que hacen en otros países. Cada país tiene unas necesidades y unas herramientas disponibles. 

¿Echaste de menos alguna llamadita cuando eras nadador?

Un año después de retirarme me llamaron para decirme que el presidente de la RFEN tenía mucho interés en que fuera a la Gala de la Federación. Mi respuesta fue: pues que coja el teléfono y me llame. No llamó. Si me hubiera llamado y se hubiera bajado los pantalones yo también me los hubiera bajado y hubiera ido. 

¿No te valoraron lo suficiente?

Para la federaciónlos nadadores somos un dato y como te salgas de sus márgenes ya no eres un dato, eres un error. 

"Mi récord llegó cuando no tenía que llegar"

¿Recuerdas a menudo el momento del récord del mundo?

No. Fue entonces cuando empecé con la depresión así que mi mente hizo una desconexión. MI récord llegó cuando no tenía que llegar. Fue como un amor no correspondido.

¿No te sentiste el Messi de la natación? 

Sí, pero fue muy heavy. De repente todo el mundo me reconocía. A mí esto no me gusta y me saturó. No lo supe asimilar. Era muy joven y me superó.

¿Sentiste alivio cuando Andriy Govorov batió tu récord con 22.27 casi 10 años después? 

Me sentí superorgulloso porque sé que a muchos nadadores les serví de objetivo para mejorar y de referente. Al final mi récord ha durado una década que es mucho. 

"Fue un error volcarme solo a la natación con 20 años"

Lo pasaste muy mal con la depresión y con dos intentos de suicidio. ¿Qué pasaba por tu cabeza?

Lo conseguí todo y pensaba: ¿y ahora qué?Sentía que seguía entrenando para nada. No le encontraba sentido. El sentido de la vida no es solo el deporte, hay muchas más cosas. Yo con 20 años decidí no vivirla y volcarme en la natación y este fue el error.

En tu estado de whatsapp pone ‘donde llegan mis temores mandan mis cojones’

A la vida hay que echarle cojones, valentía. Tenemos que estar por encima de nuestros miedos. No puedes dejar que la vida te coma.

¿Cuál es el mejor recuerdo que guardas de la natación?

El alivio que sentí cuando la dejé.  Viví muchos años con una astillita clavada. Cuando rompí con todo pensé: uff por fin. Ya puedo respirar tranquilo. Así es como me quedé. La natación me estaba molestando.