Cómo preparar la temporada de natación en aguas abiertas

Por Rafa Cabanillas, entrenador de natación

Marnaton cómo preparar la temporada de natación en aguas abiertas

Marnaton cómo preparar la temporada de natación en aguas abiertas / Marnaton

SPORT.es

SPORT.es

Todos experimentamos momentos mágicos cuando estamos en contacto con el medio natural. En el caso de los nadadores, esos instantes nos ocurren cuando estamos en el mar, dejándonos fluir… todo un arte que nos hace sentir vivos y nos otorga esa libertad que a veces nuestras rutinas diarias nos hacen olvidar. Ese momento en el que la mente y el cuerpo se sincronizan, fusionándose con el ritmo de las brazadas, hacen que cualquier nadador llegue a su clímax deportivo.

El agua, como medio ingrávido, es accesible para prácticamente todo el mundo. Y son habituales las infinitas recomendaciones para practicar la natación, ya sea por problemas de espalda o por alguna lesión de tren inferior que no nos permita hacer actividad física con impacto. Pero, realmente esto no debería ser así, debemos de tener un nivel de forma mínimo para después poder practicar dicho deporte, en este caso la natación, y poder disfrutar de pruebas tan increíbles como las de la Copa MARNATON eDreams.

Debemos empezar por la técnica en piscina

Con este mínimo forma física empezaremos a entrenar en la piscina, adquiriendo los conceptos básicos de técnica, y sin olvidarnos de ir trabajando también nuestra resistencia. Debemos intentar no nadar por nadar y pensando en cualquier cosa, ya que esto puede ser contraproducente. Tener un objetivo técnico siempre que nademos nos ayudará a mejorar y a no deteriorar nuestro estilo.

El orden de los contenidos técnicos a trabajar serán primeros los específicos de la natación en piscina para después enlazarlos con los de aguas abiertas.

La orientación, fundamental en aguas abiertas

Al dar nuestras primeras brazadas en el mar, la cosa se nos complicará aún más. Ya no tendremos que seguir una línea en el fondo y solo limitarnos a hacer largos. Tendremos que empezar a preocuparnos de un concepto básico, la orientación, e intentar que ésta influya lo mínimo posible en nuestra coordinación de nado. Deberemos levantar la cabeza para tener una visualización frontal cada cuatro o diez brazadas. La frecuencia y la elevación dependerán del estado del mar, serán decisiones propias a tomar en cada momento. En este sentido, es muy importante tener diferentes puntos de referencia para ir en un rumbo fijo: edificios, árboles, boyas, nos ayudarán a conseguirlo.

Por otro lado, tener la capacidad de respirar por los dos lados también será muy importante, ya que así podremos ampliar nuestro campo de visibilidad y variar la respiración en función del oleaje.

Cómo preparar una travesía

La primera variable a controlar a la hora de preparar una prueba de natación en aguas abiertas, será el volumen.

Si tomamos un periodo de tres meses para preparar específicamente una travesía, debemos organizarlo de la manera siguiente: en el primer mes subiremos el metraje de forma progresiva para que nuestro cuerpo se vaya adaptando a la carga de trabajo, en el segundo estabilizaremos un volumen semanal en el cual la media sea como mínimo un cuarto más de la prueba que estamos preparando y en el tercer mes descenderemos de forma progresiva para llegar a la última semana en las mejores condiciones posibles.

Por ejemplo, si preparamos una prueba de 12 km como la de la MARNATON eDreams Sant Feliu de Guíxols by Zoggs, en el segundo mes intentaremos estabilizar 15 km semanales. Dividiéndolo en cuatro sesiones por semana, tendremos tres sesiones en piscina de 11 km totales y uno de mar de 4 km.

Calidad, por encima de cantidad

No hay que volverse loco solo con la cantidad que entrenamos, ya que será mucho más importante la calidad. Un entrenamiento muy intenso de 2.000 metros será mucho más duro y necesitará más tiempo de recuperación que uno a baja intensidad del doble.

Debemos evitar entrenar siempre al mismo ritmo, y tenemos que ser capaces de nadar a diferentes velocidades. Las aguas abiertas son un deporte de continuos cambios de ritmo, pero no solo en competición… Una fuerte corriente en contra nos hará subir la intensidad de nado si queremos seguir avanzando hacia nuestro objetivo.

Tener un reto claro, que nos emocione y nos motive, es la mejor manera no solo de estrenarse en la natación en aguas abiertas, sino de disfrutar del deporte en un entorno único que nos puede aportar mucho más de lo que pensamos, tanto física como mentalmente.