Natación:

Mireia Belmonte: "Señores, dialoguen por favor"

Atletismo

Mireia Belmonte ya se marca nuevos objetivos para esta próxima temporada

Carlos R. Galindo

Carlos R. Galindo

Se desliza por la piscina como una sirena (de elástica y estética que es) pero devora metros con la rapidez de un tiburón. Mireia Belmonte (Badalona, 1990) es al agua lo que un águila al cielo. Más que nadar, vuela. Imperial, majestuosa… Ella es una ‘rara avis’ en un país muy dado a la excepcionalidad. La España que está en llamas tiene esas cosas: es capaz de engendrar a figuras como la catalana que ayer hizo un alto en su camino para atender al diario SPORT. Gracias por su tiempo...

Mireia siempre es noticia. Ayer lo fue para narrar su experiencia junto al actor Miguel Ángel Muñoz, runner habitual y otros cinco intrépidos aventureros elegidos tras un casting realizado por San Miguel 0,0 Isotónica en las Highlands escocesas. La catalana vivió una experiencia inolvidable  que  invita a explorar el mundo en busca del bienestar. 

¿Aún le quedan sueños por cumplir?Mi sueño fue  ganar el oro olímpico en Río. Pero claro que me quedan otros objetivos.

Algunos aún no los he cumplido. 

Por ejemplo...

Más récords del mundo, más victorias… 

Es insaciable.

Es lo que pasa cuando una persona hace lo que le gusta. 

Para usted, nadar no es un sacrificio.

Pregúntemelo por las noche; acabo agotada y solo tengo ganas de dormir. Estoy rota. 

¿Ha retomado ya los entrenamientos?

Sí, ya estoy inmersa en mi rutina. Preparo mi primera gran cita, el Europeo de piscina corta de Copenhague (Dinamarca). Cinco horas diarias de piscina, otras tres de gimnasio, cardio… 

¿Cuantos kilómetros al día?

Unos 16 o 18... siete días a la semana. 

¿Habrá dado ya la vuelta al mundo a nado?

(Sonríe) Puede que un par de veces.

¿Contempla la posibilidad de participar?

No la descarto. El objetivo es ir. Pero ya veremos… De momento, está en mi calendario. Competir es necesario. 

¿Pero la gran cita de 2018 será el Europeo de verano, en Glasgow?

Por supuesto que sí. Para eso me preparo, pero aún queda tiempo para eso. 

¿Cómo se consigue la motivación cuando se ha ganado todo?

En el agua. Y sabiendo que aún puedo ser mejor. Cada día trato de ir más rápida. 

¿Es una locura pensar en los Juegos de Tokio 2020?

Desde luego que no. De hecho, ya estoy a mitad de camino. El tiempo pasa volando y, a largo plazo, ese es mi gran objetivo. No lo pierdo de vista. 

¿Será el punto y final de su carrera deportiva?

Es pronto para decirlo. Por lo pronto, me lo paso bien en el agua. Con eso, me basta. Cuando me aburra, lo dejaré. Pero ese momento aún no ha llegado. 

Usted, Ruth Beitia... ¿Qué está pasando con las mujeres en este país?

Que ha llegado nuestro momento. Acompañan los resultados y eso genera un gran eco mediático. Una serie de deportistas hemos conseguido destacar en diversas especialidades que no despiertan el mismo impacto que el fútbol pero que tienen una  gran tradición. Ojalá sea el inicio de algo maravilloso. 

Le confieso que vivo con dolor la situación política que atraviesa Catalunya... 

Ese sentimiento es compartido por mucha gente. 

¿Qué aconsejaría?

A nuestros políticos, que dialoguen. 

Dígaselo a ellos, si es tan amable.... A mí no me hacen caso. 

Señores, hablen, siéntense en torno a una mesa y dialoguen. Esa es la única solución que hay para acabar con el conflicto. No podemos seguir así. 

Sin diálogo no hay nada... 

En efecto. Solo hablando se puede hallar una solución que sea lo bastante buena para ambas partes. Todos tendrán que ceder, pero saldremos ganando. 

Por cierto, una curiosidad, ¿cómo van sus estudios?

Pues ahí sigo, en primero de Publicidad y Relaciones Públicas, en la UCAM. Ya llevo tres años. El pasado, con los Juegos, apenas pude coger un libro. Pero acabaré, que no le quepa duda. Acabaré. 

Lo dice Mireia. Y si ella lo dice...