España vuelve a bañarse en oro en su Budapest del alma

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Lo han vuelto a hacer. La selección femenina de waterpolo ha ‘campeonado’ y ha demostrado que el hambre de títulos no tiene por qué extinguirse si las piezas y los ingredientes son los adecuados. Han batido en la gran final del Europeo de Budapest a una Rusia que había hecho un campeonato casi perfecto. El talento español por encima del  físico ruso. 13-12.

Buena carta de presentación de las españolas en un Duna Arena prácticamente lleno y con un ambiente en las gradas espectacular. Caras de seguridad y concentración en la tradicional presentación de equipos y con unas jugadoras rusas que realmente intimidan con un físico muy potente. Precisamente era Rusia la que estrenaba el marcador en la gran final por medio de Gorbunova. Respuesta inmediata de las de Miki Oca gracias a Anni Espar y a una Roser Tarragó que sumaba su 14º gol del campeonato con un poco de ayuda de la portera rusa. 2-1. La cosa iba de parciales y el de 0-2 devolvía la iniciativa a las rusas (2-3). Antes del término del primer cuarto, dianas de Maica y Serzhantova. 3-4 el resultado al final de los primeros ocho minutos con un combinado ruso imponiendo su juego anárquico y a ‘arreones’.

UN RIMTO FRENÉTICO

La capitana Pili Peña (16 años ya en la selección absoluta) empataba nada más comenzar el segundo cuarto (4-4). Pero seguía el ‘descontrol’ general y las rusas de nuevo ‘atizaban’ a Laura Ester por medio de Soboleva, que andaba con la mirilla fina. Y como el tema iba de artilleras, Bea Ortiz también se estrenaba y empataba el encuentro (5-5). Espadas en alto y un listón durísimo que no daba tregua ni a los espectadores, que si pestañeaban se perdían algún gol. Lejos de la clásica final con pocos tantos y mucho respeto, el espectáculo era el gran protagonista. Tanto, que hasta 16 goles (8-8) habíamos visto en apenas 16 minutos de encuentro. Los ‘marcapasos’ no daban abasto en el Duna Arena.

UNA FINAL 'MÁS FINAL' TRAS EL DESCANSO

Cambio de registro tras la reanudación. La final se ha empezado a parecer más a una final. Imprecisiones, errores, defensas fuertes, las porteras haciéndose enormes (Laura Ester a lo suyo, como todo el campeonato). Tras una sangría de goles, transcurridos casi seis minutos del tercer cuarto solo Prokofyeva había sido capaz de anotar (8-9 arriba Rusia). Las de Miki Oca estaban atascadas; de golpe, toda la clarividencia de los dos primeros periodos parecía haberse esfumado. Rusia abría por primera vez brecha de dos goles, pero Maica por fin rompía la sequía con el 9-10 a 1:47 para el final del cuarto. Las españolas se liberaban y Anni igualaba la contienda de nuevo (10-10). Segundo en el choque para la mayor de las Espar. 10-10 y ocho minutos para un desenlace, una vez más, de puro infarto.

Qué último tramo de encuentro. Tensión, nervios, errores. Y ahí la que estuviera un poco acertada se lo iba a llevar. Clara Espar recogía un rechace y palmeaba para el 11-10 y Maica García se hacía enorme en la boya para sumar su ‘póker’ particular y anotar el 12-10 a 4’ para la conclusión. Faltaba la puntilla. Y esa llegó tras varios errores de las rusas e intervenciones de mérito del ‘Ángel de la Guarda’ de esta selección, Laura Ester. Paula Leitón aprovechaba una superioridad para ponerse 13-10. A pesar del arreón final ruso, las de Oca han administrado genial su renta.