El proyecto pionero de dos municipios canarios para concienciar sobre la violencia machista

El panadero, la taxista, el entrenador de fútbol, la alcaldesa... Los municipios de

Tías (Lanzarote) e Ingenio (Gran Canaria) van a formar y sensibilizar a toda su población para que cada uno de sus más de 50.000 vecinos se implique en la lucha contra la violencia de género

. Así lo recoge

El Periódico de España

.

Se trata de un proyecto piloto del Instituto Canario de la Mujer que se pondrá en marcha este año en esos dos pueblos y en el que se pretende involucrar a todos los ciudadanos en la detección y prevención de las 

violencias machistas

.

"Queremos trabajar directamente con la población, con todos los actores de la vida cotidiana de la sociedad de cada municipio. ¿Qué pasa si le damos a la población las herramientas para aprender a detectar la violencia, cuando nos acercamos y la informamos, la sensibilizamos y la formamos para que tengan los recursos que necesitan para luego proteger a las víctimas en su municipio?", indica a El Periódico de España la directora del Instituto Canario de la Mujer, Kika Fumero.

¿Cómo detectarlo?

"No sabemos detectar la violencia, la que reciben las mujeres y la que ejercen los hombres. Cualquiera detecta el insulto, la paliza y el asesinato, pero para llegar ahí hay un proceso, una escalada, porque es cuestión de socialización y de

educación

, lo hemos aprehendido y legitimado", explica Fumero.

Ante esta realidad, se va a dar a los habitantes de estos dos pueblos herramientas para detectar violencia soportada o ejercida o bien la violencia que se produce a su alrededor para saber cómo actuar, qué recursos tienen a su alcance para subsanar la situación o ponerla en conocimiento de las autoridades o de profesionales especializados.

"Les daremos formación y sensibilización para que se posicionen públicamente contra la violencia de género en su municipio", apunta Fumero.

Se trabajará con las asociaciones vecinales, los comercios, las redes de taxistas, el tejido asociativo, las asociaciones de familia, las instituciones públicas, los centros escolares, los clubes deportivos, los medios locales, etcétera. También habrá talleres y campañas mediáticas para la población.

Los impulsores del proyecto piloto consideran que su despliegue tendrá un efecto disuasorio en los agresores: "Al estar la población posicionada, informada y con recursos para actuar, creemos que se lo van a pensar dos veces antes de actuar. "Perseguimos que la propia violencia sea arrinconada, estigmatizada y señalada y que todo el mundo esté ojo avizor".

Rectificar conductas

La directora del Instituto Canario de la Mujer subraya que, de esta manera, "las víctimas van a sentir que viven en un entorno que es protector y seguro para ellas y para sus hijos e hijas".

"Nuestro objetivo también es trabajar con los hombres: van a aprender a detectar la violencia que por educación ejercen sin ser conscientes de ello y vamos a poder rectificar esa conducta", asevera Fumero.

¿Y por qué se ha elegido a Tías e Ingenio para poner en marcha este proyecto piloto? Se trata de municipios pequeños -el primero tiene 20.801 habitantes y el segundo, 31.887- con "índices de violencia importantes".

Ingenio está en el sur de Gran Canaria, una zona donde la violencia tiene una mayor prevalencia; mientras que Tías está en el interior de Lanzarote, una isla no capitalina, y cuenta con la particularidad de que en la zona del Puerto del Carmen hay un alto porcentaje de población que es extranjera.

Esta circunstancia concreta hace que haya que adaptar el proyecto a estos ciudadanos y todas las acciones se traduzcan al inglés, al árabe y al francés para llegar a la totalidad de la población.

Este proyecto piloto que lleva el sello del Instituto Canario de la Mujer (también responsable de la iniciativa #mascarilla19 para pedir ayuda en las farmacias durante el

confinamiento

) se está trabajando ya con los ayuntamientos de Ingenio y Tías. La idea es que sea un procedimiento participativo, que sean los propios habitantes quienes desarrollen las actividades: protagonicen las campañas, sus profesionales impartan los talleres, los formadores sean locales... "Uno de los objetivos es que la población se involucre, que no sea algo que le demos hecho desde fuera", precisa Fumero.

Ya se ha hecho un primer diagnóstico de la percepción que tiene la ciudadanía sobre la violencia machista y asegura la directora que la gente está ilusionada con el proyecto, aunque también cuenta con que habrá resistencias. "No pasa nada, existe, hay que tomarla, escucharla y dar formación. El sistema patriarcal es muy listo y sabe cómo generar resistencias, se adapta a la evolución de la sociedad, tiene una forma de reaccionar muy potente porque su estructura, muy sólida, se soporta en muchos estamentos de poder que lo defienden", concluye.