Violencia sexual

Grandes similitudes entre las propuestas del PSOE y el PP para reformar la ley del sí es sí

El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños.

El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños. / EFE

Violeta Molina Gallardo

PSOE y PP quieren cambiar la ley del sólo sí es sí para evitar que los delincuentes sexuales sean condenados a penas más bajas que las que se dictaban con el anterior

Código Penal.

Sus planeamientos para conseguirlo son casi idénticos en forma y fondo: ambos rechazan recuperar el delito de abuso o eliminar la definición de consentimiento, pero recurren a la violencia y la intimidación para establecer las mismas horquillas de penas que había antes.

Los socialistas ya han advertido de que esta semana registrarán una proposición de ley en el Parlamento para corregir los "efectos indeseados" de la ley orgánica de garantía integral de la libertad sexual, con o sin el acuerdo se su socio de coalición.

Constatado que no se puede dar ninguna solución jurídica a las revisiones a la baja de penas a agresores sexuales condenados con el Código Penal anterior, los esfuerzos se quieren encaminar a evitar que las condenas de futuros delitos no supongan un castigo carcelario menor al que recibían antes.

En diciembre, tras conocerse las primeras revisiones de condenas por la entrada en vigor de la norma, Igualdad y Justicia comenzaron a buscar la fórmula para reformar el Código Penal, un mandato del presidente del Gobierno. La negociación se ha intensificado en los últimos días (la ministra

Pilar Llop

ha cancelado su viaje a

Marruecos

por este motivo, informa Cristina Gallardo) y las partes han mostrado su voluntad de llegar a un acuerdo, pero la propuesta del ala socialista no satisface al departamento de

Irene Montero

por cuanto podría suponer la vuelta a un modelo probatorio que resta protagonismo al consentimiento y se centra en estimar si las víctimas sufrieron violencia e intimidación.

Fuentes socialistas han precisado a este diario que el ánimo de la reforma es que no haya condenas de nuevos delitos en las que las penas se vean rebajadas con respecto a la redacción anterior y han asegurado que el consentimiento seguirá siendo el espíritu que vertebre la ley. ¿Y cómo pretenden conseguirlo?

Las modificaciones que el Ministerio de Justicia ha puesto encima de la mesa, según el borrador al que ha tenido acceso El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, y cuyo contenido adelantó la Cadena Ser, vuelve a un esquema de penas similar al del anterior Código Penal.

Violencia, intimidación y horquillas de penas

Este documento, susceptible de sufrir modificaciones en el transcurso de la negociación entre los equipos de Pilar Llop e Irene Montero, vuelve a establecer escalones en los delitos de agresión sexual y violación en función de si concurren violencia, intimidación o anulación de la voluntad de la víctima. Esto es, una

agresión sexual

sin penetración o una violación se castigarán con penas más graves cuando se perpetren con violencia o intimidación, de manera que estas dos circunstancias comisivas dejarán de ser agravantes para convertirse en determinantes para el tipo penal.

Así, en el documento se propone mantener la pena de violación sexual en la horquilla de 1 a 4 años de cárcel del artículo 178, pero elevarla de 1 a 5 años si el delito se perpetra con violencia, intimidación o anulación de la voluntad (tipo agravado). Si además hay que sumarle agravantes (como pueda ser la relación de pareja), la pena sería de 2 a 8 años para agresión sexual -igual que ahora) y de 5 a 10 para agresión sexual con intimidación, violencia o anulación de la voluntad.

También se quieren introducir cambios en el mismo sentido en el artículo 179, que es el que alude a la violación (agresión sexual con penetración): la ley del sólo sí es sí establece una horquilla de 4 a 12 años, algo que se mantendría en la propuesta del Justicia para el tipo básico, pero que se elevaría para un tipo agravado por la violencia, la intimidación o la anulación de la voluntad hasta un tramo de 6 a 12 años.

Cuando haya que sumar agravantes, la horquilla iría de 7 a 15 años como actualmente, pero se elevaría de 12 a 15 años cuando se empleen uno de esos tres medios comisivos.

¿Qué se hace de esta manera? Introducir un escalón intermedio en los dos artículos, relativos a los delitos de agresión sexual y violación, en el que se castigue con mayor severidad cuando el agresor emplee violencia, intimidación o anule la voluntad de la víctima "por cualquier medio".

La ley del sólo sí incluye estas circunstancias como agravantes (dentro del artículo 180), de forma que para demostrar el delito todo pivota en torno a si existió consentimiento. Si la violencia o la intimidación forman parte del tipo penal, en lugar de agravantes, ya no sólo el consentimiento es definitorio.

Los socialistas creen que es necesario reconocer de esta forma modalidades delictivas especialmente graves que rechazan que sean consideradas sólo circunstancias que rodeen al delito.

Sin embargo, a ojos de Igualdad este cambio supondría dar pasos atrás y restarle importancia al consentimiento como elemento nuclear sobre el que se juzguen los delitos sexuales. Consideran que incluir la violencia y la intimidación en los tipos, en lugar de como agravantes, obligaría de nuevo a las víctimas a pasar por un calvario probatorio en los juicios para demostrar que se resistieron.

El documento de Justicia también incorpora nuevas horquillas para los delitos de violación de menores de 16 años: 8-12 años de prisión y 12-15 cuando medien violencia, intimidación, abuso de superioridad, vulnerabilidad de la víctima o anulación de la voluntad de la víctima.

El PP plantea una reforma en los mismo términos

Mientras desde el PSOE se habla de corregir "efectos indeseados" de la ley, en el

PP

hablan de reducir "las nefastas consecuencias" de su aplicación para evitar "una norma más benevolente para el agresor".

El relato, obviamente, es diferente en el partido del Gobierno y en el principal partido de la oposición, pero sus propuestas para modificar la ley del sólo sí es sí se asemejan, por el momento, bastante. Tampoco tocan la definición de consentimiento ni recuperan la figura del abuso.

El pasado 23 de diciembre, los populares registraban en el Congreso de los Diputados una proposición de ley para cambiar el Código Penal y elevar las penas de los artículos 178, 179, 180 y 181 para "establecerlas en los límites correspondientes a la redacción anterior a la introducida" por la ley orgánica de garantía integral de la libertad sexual.

¿Cuál es su propuesta?

Penas de 1 a 4 años para la agresión sexual y de 1 a 5 años (tipo agravado) cuando se cometa utilizando violencia o intimidación (a diferencia de la propuesta de Justicia, no introduce aquí la anulación de la voluntad de la víctima). Si concurren agravantes, la horquilla será de 2 a 8 años para la agresión sexual y de 5 a 10 si se perpetra con violencia o intimidación.

La proposición de ley indica que las violaciones se tendrán que castigar con penas de 4 a 12 años, pero de 6 a 12 si hay violencia o intimidación. Las agravantes elevarían esas horquillas a 7-15 en el primer caso y a 12-15 en el segundo.

En cuanto a las violaciones a menores, también establece dos rangos de 8-12 años y de 12-15 en función de las circunstancias en que se cometa el delito.

Las horquillas son exactamente iguales en las dos propuestas. La mayor diferencia se aprecia en la recuperación, por parte de los populares, del delito de relaciones sexuales con los menores de 16 y 17 años cuando medie engaño o abuso de posición de reconocida confianza, autoridad o influencia sobre la víctima (1-3 años de cárcel, 2-6 si es violación).