Comisión de seguimiento

PSOE y Unidas Podemos se esfuerzan en rebajar la tensión a la espera de debatir el gasto en Defensa

Díaz confía en buscar "fórmulas imaginativas" con Sánchez para el presupuesto militar que satisfagan a ambos | Los socialistas recalcan que elevar la financiación es un compromiso con la OTAN que cumplirán

Ione Belarra.

Ione Belarra.

Miguel Ángel Rodríguez

En el 

Gobierno de coalición

es ya habitual ver a ministros de uno u otro partido alejar los fantasmas de la ruptura. La experiencia de los dos últimos años y medio ha demostrado que alcanzado el punto álgido de tensión los dirigentes del

 PSOE

 y de

 Unidas Podemos 

se afanan en reivindicar la buena salud de la coalición. La actual crisis en el seno del Ejecutivo por el aumento del gasto militar hasta el 2% del PIB está en esa fase, la de rebajar tensiones. A la espera de encontrar fecha para la comisión de seguimiento que reclamaron los morados, el ministro de la Presidencia, 

Félix Bolaños

, aseguró este miércoles que acabarán poniéndose de acuerdo y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se mostró optimista ante la posibilidad de negociar con

 Pedro Sánchez "fórmulas imaginativas" sobre el presupuesto de Defensa.

"Nuestra coalición progresista es más imprescindible que nunca. Para dar un mensaje de tranquilidad a mi país vamos el presidente [Sánchez] y yo a buscar todas las fórmulas imaginativas sobre el presupuesto de Defensa y lo que más me importa es que los españoles no sufran", dijo Díaz en rueda de prensa en Roma. El cambio de actitud de la ministra de Trabajo y del resto del espacio morado es claro. Sobre todo, desde que este martes pidieran convocar la comisión de seguimiento del acuerdo de coalición, invocada cinco veces en toda la legislatura, tras aprobarse en el Consejo de Ministros un crédito de 1.000 millones para gasto militar.

Díaz aseguró que resolverán este conflicto con "rapidez" y dejó claro que la negociación se va a dar dentro del Gobierno y "no a través de los medios de comunicación". Fuentes de su entorno subrayan que se tratan de una decisión "importante" y que es normal el ruido, pero que este no debe opacar los debates. Ahora bien, los socialistas tienen claro que no hay nada que negociar. "Yo quiero recordar que hay una guerra a las puertas de

Europa

y que nuestro país tomó una decisión en unidad con la decisión de la Unión Europea y que se ha visto ratificada en la cumbre de la OTAN", sentenció la ministra portavoz,

 Isabel Rodríguez

, en una entrevista a RNE.

Gestos y mensajes tranquilizadores

Aun así, en el ala socialista del Ejecutivo también se esfuerza por rebajar la crispación. "Claro que a veces tenemos visiones diferentes y no pasa nada porque lo solucionamos todo dialogando, sentándonos a la mesa, y siempre nos ponemos de acuerdo", dijo Bolaños a primera hora del día. A la par, la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, la que defendía el futuro de la alianza. "La estabilidad del Gobierno está garantizada", dijo, ahuyentando cualquier posible rumor de ruptura.

"A pesar de lo que se pueda decir, [esta legislatura] ha sido el periodo más estable de la última década. Hemos sacado adelante los Presupuestos Generales del Estado dos años seguidos y ahora vamos a trabajar con total normalidad para sacar los presupuestos adelante en el próximo septiembre", subrayó en TVE, aunque también criticó que Sánchez "no tiene objetivos políticos claros" y que es necesario "recuperar el rumbo y ese ritmo de avances sociales".

La dirigente morada coincidió después con el propio Sánchez en un acto para presentar el plan contra la pobreza infantil. El presidente y la ministra, que también son los secretarios generales de ambas formaciones, no pararon de lanzarse guiños y buenas palabras, informa Juan Ruiz Sierra. Belarra agradeció la presencia de Sánchez en la convocatoria y destacó su "compromiso" para luchar contra la pobreza infantil. "Soy yo quien agradece poder estar aquí presente", respondió el jefe del Ejecutivo, que no hizo referencia alguna a la crisis que divide al Gobierno.