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Mercedes-AMG GT R: De la competición a la carretera

El nuevo AMG GT R de Mercedes-AMG es un vehículo de serie, pero equipa más tecnología de competición que ningún otro modelo de esta marca. 

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JOSEP VIAPLANA

Del circuito de competición más duro del mundo, directamente a la carretera. El nuevo AMG GT R de Mercedes-AMG es un vehículo de serie, pero equipa más tecnología de competición que ningún otro modelo de esta marca. La concepción básica con motor delantero central, cambio en disposición transaxle y grupo V8 biturbo de 430 kW/585 CV, las profundas modificaciones en el tren de rodaje, el perfeccionamiento aerodinámico y las medidas de construcción ligera inteligente constituyen el fundamento de una experiencia inédita de conducción. La exclusiva pintura especial “AMG green claro magno” proclama a distancia la estirpe de este vehículo deportivo, en cuyo desarrollo ha asumido un papel esencial el legendario “infierno verde”, el histórico circuito norte de Nürburgring.

Los guardabarros ensanchados delante y detrás hacen posible aumentar el ancho de vía para mejorar la tracción y poder alcanzar una velocidad más alta en curvas. El nuevo faldón delantero con elementos activos, la aleta trasera de grandes dimensiones y el nuevo faldón trasero con difusor doble mejoran las propiedades aerodinámicas del vehículo y contribuyen a optimizar el agarre a la calzada. Otro elemento diseñado para acentuar el dinamismo son las ligeras llantas forjadas, calzadas de serie con neumáticos de competición. Otras novedades destacables son la dirección activa en las ruedas traseras, el control de tracción regulable en nueve etapas y la suspensión con resortes ajustables y regulación electrónica adicional. La nueva parrilla AMG Panamericana en el radiador revela además a primera vista el carácter peculiar del AMG GT R. La forma característica de este elemento, formado por perfiles verticales, celebró su debut mundial en el bólido de competición Mercedes-AMG GT3 y se incorpora ahora por primera vez en un modelo de serie de AMG.

El AMG GT R está equipado con tecnología avanzada y ha sido concebido específicamente para la conducción en circuitos de carreras. Durante su desarrollo se ha hecho uso de la experiencia recogida durante la participación del AMG GT3 en carreras de aficionados y en el Campeonato Alemán de Superturismos. Sus prestaciones —entre otras, una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y una velocidad punta de 318 km/h— y una concepción técnica de extraordinario dinamismo son una promesa de competitividad en los circuitos de carreras. El nuevo color exclusivo «AMG green claro magno» establece una relación visible con el «infierno verde» —apelativo con que los aficionados conocen al legendario circuito histórico de Nürburgring— y acredita la procedencia de este modelo directamente de las pistas de competición. Algunas medidas destinadas a optimizar las prestaciones en los circuitos cerrados al público son la construcción ligera inteligente a base de aluminio y fibra de carbono, refuerzos precisos en la carrocería bruta, el motor V8 biturbo de potencia aumentada combinado con un cambio de doble embrague y siete velocidades, perfeccionamiento aerodinámico con innovadores elementos activos y el nuevo tren de rodaje con dirección activa al eje trasero y cojinetes de rótula Uniball.

La concepción con motor delantero central y cambio en disposición transaxle junto al eje trasero se ha acreditado en el AMG GT y el AMG GT S y es la clave para una distribución homogénea del peso sobre los ejes, con 47,3% delante y 52,7% detrás. En combinación con el bajo centro de gravedad del vehículo, esto redunda en una maniobrabilidad extremadamente ágil y permite trazar curvas a velocidades muy elevadas. El Mercedes-AMG GT R se sitúa a la cabeza de su segmento con una excelente relación peso/potencia de 2,66 kg por CV.

El frontal bajo y la parrilla del radiador inclinada hacia delante generan un llamativo ‘morro de tiburón’ y ciñen ópticamente el vehículo al asfalto de la calzada. Al mismo tiempo, esta conformación rebaja el punto de presión dinámica en el vehículo, un factor que mejora la circulación del aire de refrigeración y los parámetros aerodinámicos.

El perfil aerodinámico activo, un elemento completamente nuevo, está dispuesto en posición casi invisible en los bajos del vehículo, por delante del motor, y constituye una obra maestra de la ingeniería mecánica. Este elemento de fibra de carbono de sólo dos kilogramos de peso se desplaza automáticamente unos 40 milímetros hacia abajo al alcanzarse una velocidad de 80 km/h en el modo ‘RACE’ y modifica de forma patente la corriente de aire. Con ello se genera el llamado efecto Venturi, que hace que el vehículo aspire adicionalmente aire a la altura de la calzada. Esta medida reduce en unos 40 kilogramos las fuerzas ascensionales en el eje delantero al circular a una velocidad de 250 km/h.