Tite en el blanco de la diana

La prensa brasileña señala a su seleccionador como el principal culpable de la eliminación de la Seleçao en los cuartos de final

Al técnico gaucho, que no seguirá en el cargo, le reprenden su planteamiento tácticos y los cambios realizados

Tite dirigió su último partido como seleccionador brasileño

Tite dirigió su último partido como seleccionador brasileño / Georgi Licovski

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Brasil ya ha elegido un 'culpable' por la precipitada eliminación en los cuartos de final de la Copa del Mundo ante Croacia: su seleccionador Tite. Y en este diagnóstico hay unanimidad en la opinión pública futbolística del gigante sudamericano.

El KO contra los croatas ha caído como una bomba en Brasil, donde había el convencimiento generalizado que el 'Hexa' llegaría en Qatar tras veinte años de espera. La carroza, sin embargo, se convirtió una vez más en calabaza. Y perder un Mundial no sale indemne.

Todo el consenso que había generado Tite, a quien la prensa cuidaba acríticamente como si fuera un crack más del equipo, se ha desvanecido. Todos los análisis convergen en un mismo diagnóstico: el técnico gaucho fue errático y testarudo porque no quiso cambiar un sistema de juego que no funcionaba.

Así como había ocurrido cuatro años atrás con Roberto Martínez que dirigía Bélgica, en esta ocasión, Zlatko Dalić volvió a dar un baño táctico a su homónimo brasileño. Los balcánicos llenaron la zona ancha del terreno de juego, donde Brasil, con su doble pivote formado por Casemiro y Lucas Paquetá, se veía sempre en inferioridad numérica y no podía accionar la construcción del juego ofensivo. El encuentro se jugó al ritmo que determinó el trío Kovacic, Brozovic, Modric.

La situación pedía un cambio de dibujo en la pizarra de Tite: pasar del 4-2-3-1 a un 4-3-3. El ex del Corinthians, que dirigió su último partido tras seis años como seleccionador, no quiso rectificar ni en el descanso, ni en el segundo tiempo ni a lo largo de la prórroga. El error es de bulto.

Y, aquí viene lo que más ha incendiado a los brasileños, el técnico decidió cambiar los dos extremos, Vinicius Jr. y Raphinha, que casi no habían entrado en juego porque no les llegaba el balón para hacer entrar a Rodrygo y Antony, respectivamente. La salida de Vini ha irritado muchísimo a sus compatriotas, que consideran que era uno de los futbolistas que podían aportar desequilibrio al lado de Neymar Jr., que acabó marcando un tanto insuficiente.

Por último, a Tite le achacan que Neymar Jr. no avanzara la ejecución de su penalti en lugar de Marquinhos, que es el que acabó fallando y provocando la eliminación. El '10' que era el quinto lanzador y el gran especialista de la Seleçao se quedó sin chutar al suyo.

Aunque Tite ha pedido que no se busquen "villanos" en la rueda de prensa posterior al encuentro y ha señalado que se va "con paz conmigo mismo" ha recibido un alud de críticas en caliente. Y, teniendo en cuenta cual es el carácter y la pasión de los brasileños el efecto bola de nieve no ha hecho más que empezar.