Neymar Jr. crea mal rollo en la Seleçao

Neymar Jr. ha roto un pacto no escrito en el vestuario de la Seleçao: nadie se mojaría en las elecciones presidenciales basileñas

El '10' ha hecho campaña para el ultraderechista Bolsonarro, derrotado por Lula, y le prometió que le dedicaría su primer gol en Qatar 2022

Neymar: "Nos hemos transformado en un equipo de verdad"

El capitán de la Selección brasileña destaca la mejoría a menos de dos meses para el inicio de Mundial / PERFORM

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Meter cizaña es el deporte en el que Neymar Jr. se merece ganar cada año el Balón de Oro que nunca conseguirá como futbolista. El ‘enfant terrible’ ya hace demasiado tiempo que ha dejado de hacer gracia para convertirse en un personaje tóxico, que propaga mal rollo allí donde está. No es de extrañar que el PSG quisiera (y aún quiere) desprenderse de él.

A las puertas de su último Mundial –él mismo fue quien dijo que no se veía cuatro años más de ‘verdeamarelo’– el ‘menino Ney’ ha montado otro de sus shows mediáticos particulares. Ha roto el pacto no escrito del vestuario de la Seleçao, en el que se determinó que los internacionales pasarían de puntillas por las elecciones presidenciales en Brasil dado el clima de polarización y crispación, como nunca se había visto anteriormente, en el duelo entre Lula da Silva y Jair Bolsonaro.

Neymar va a la suya. Junto con su padre pusieron toda su maquinaria particular a favor de la extrema derecha, tanto es así que su imagen y sus mensajes aparecían en la propaganda gratuita electoral. Es más, Ney dio un paso más y utilizó abiertamente la selección brasileña al decir que dedicaría el primer gol que marcara en Catar al negocionista Bolsonaro. 

De nada sirvieron los esfuerzos electorales de Neymar hijo y padre, porque domingo el gigante sudamericano mandó a la papelera de la historia a Bolsonaro, el primer presidente que pierde una reelección desde la redemocratización del país en 1985. “Nos hemos libertado del autoritarismo y del fascismo, la democracia ha ganado a la barbarie, Brasil ha vuelto”, celebraba Lula da Silva, por cierto fanático seguidor del Corinthians, en unas palabas que ejemplifican la trascendía histórica del resultado de los comicios.

Miles de correligionarios de Lula se reunieron domingo por la noche en la Avenida Paulista, en el corazón de Sao Paulo, punto de encuentro de celebración de los títulos de los clubes locales y de grandes acontecimientos políticos. Allí, los más jóvenes se cachondearon a gusto de Ney y de su inclinación por la extrema derecha con cánticos que ya son virales. Es más, su imagen se ha transformado, una vez más, en un meme en las redes sociales, esta vez ridiculizado por sus convicciones totalitarias.

El activismo político del crack, sin embargo, es a tiempo parcial porque se ha desvanecido con el KO a la ultraderecha. Ni una palabra ahora que camioneros bolsonaristas, que no reconocen el resultado de las urnas y piden un golpe de estado militar, intentan sembrar el caos con más de 300 bloqueos en las carreteras del país.