La polémica del peor sorteo de la historia de los Mundiales

La elección del cuadro del Mundial 82 se convirtió en un auténtico caos, tildado por ‘The Times’ como “vergüenza a gran escala”

Se cambiaron los cruces por error y hubo bolas devueltas al bombo y rotas en dos o atascadas

Una imagen del recordado sorteo que se celebró en Madrid

Una imagen del recordado sorteo que se celebró en Madrid / EFE

Pep Costa

Pep Costa

El sorteo de la Fase Final de la

Copa del Mundo de España'82

, elebrado el 16 de enero de 1982, a las 19 horas, en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid, presidido a sus 13 años por el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, junto a Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional, y el alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, y presentado por Josep Maria Casanovas, periodista fundador de SPORT, vivió un cúmulo de circunstancias que convirtieron la anécdota en preocupación. 

El sorteo fue televisado en directo a más de 50 países -más de 500 millones de personas de audiencia-, con la asistencia en el acto de unos 500 periodistas de todo el mundo que comprobaron in situ todo el desaguisado. Las crónicas de la época hablaron de gran chapuza a nivel mundial    

 -‘España hizo el ridículo en el sorteo del Mundial 82’-, recordado como ‘el peor de todos los tiempos’ o incluso tituló ‘The Times’ “una vergüenza a gran escala”.

Esperpento

España quería dar una imagen moderna en la transición, pero no salió bien parada. Primero usó los mismos bombos de la Lotería Nacional con los niños de San Ildefonso y el experimento salió rana.

El lío comenzó incluso antes de extraer las bolas con la elección del sexto candidato, Inglaterra, a ser cabeza de serie por tradición por delante de Bélgica y Polonia, con mejores resultados. Y en el sorteo, presidido por Joseph Blatter .entonces secretario general de la FIFA-, se cambiaron los cruces por error, se devolvieron las bolas al bombo y algunas hasta se partieron en dos o se atascaron en un ridículo bochornoso y esperpéntico que duró 30 minutos para el olvido.