MUNDIAL DE QATAR

La FIFA anima a imitar la política de inmigración de Qatar y rechaza el brazalete arcoíris

Gianni Infantino, que dice que “hoy” se siente “qatarí, gay, discapacitado, trabajador migrante”, defiende los “progresos” del país a 24 horas de que arranque el Mundial,

Rueda de prensa de Gianni Infantino

DOHA, 19/11/2022.- El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, durante la rueda de prensa ofrecida este sábado, víspera del partido inaugural de la Copa del Mundo de Qatar 2022, en el Virtual Stadium del centro principal de prensa, en Doha. EFE/José Méndez / José Méndez

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

“Hoy me siento qatarí, árabe, africano, gay, discapacitado, trabajador migrante”. Al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, le pareció una buena idea arrancar así su comparecencia previa al inicio del

Mundial

. Una rueda de prensa celebrada en el centro de prensa de Doha, antes unos 400 periodistas, que siguió una línea argumental clara: defender a

Qatar frente a la “hipocresía” de las críticas vertidas desde Europa y el resto de Occidente.

La mayor parte de su intervención, de más de una hora y media de duración en total, giró en torno a los trabajadores migrantes y a las denuncias de que más de 3.000 de ellos han fallecido durante la construcción de los ocho estadios debido a sus precarias condiciones.

“En Europa cerramos nuestros fronteras y casi no permitimos la llegada de estos trabajadores. Y aquellos que llegan tienen que experimentar una ruta muy complicada a la que solo sobreviven unos pocos. Si a Europa de verdad le importara el destino de estos jóvenes, podría hacer lo que hace Qatar: crear rutas legales para que al menos un porcentaje de estos trabajadores llegara a Europa, para que tuvieran un puesto de trabajo, aunque sea con un salario bajo, y un futuro”, afirmó

Infantino

a poco más de 24 horas para el inicio del campeonato.

El máximo mandatario del fútbol mundial insistió mucho en los “progresos” del régimen qatarí en los últimos años frente a la “doble moral” de las críticas llegadas del mundo occidental: “Antes de dar lecciones, los europeos deberíamos disculparnos durante tres mil años por lo que hemos hecho en los tres mil anteriores”.

En esta línea, culpó a las

multinacionales occidentales

con negocios en Qatar por no trabajar para la mejora de las situaciones de los trabajadores migrantes: “¿Cuántas empresas occidentales ganan miles de millones en Qatar? ¿Y cuántas de ellas han abordado los derechos de los migrantes? Ninguna, porque cambiar la legislación implicaría reducir los ingresos. Nosotros lo hemos hecho y FIFA genera menos dinero a través de Qatar”.

“Un trabajador migrante gana 10 veces más aquí que en su país, así que no le es sencillo volver”, ha proseguido Infantino, que ha defendido que Qatar ha pagado, “conforme a su ley”, 350 millones de dólares en materia de indemnizaciones laborales en los cuatro últimos años, “porque en muchos casos de accidentes, la indemnización equivale a varios años de salario”.

Los derechos LGTBI

Sobre los derechos de la comunidad LGTBI fue mucho más breve. Vino a decir, en resumen, que los gays son bienvenidos por parte de la FIFA y de Qatar, y comparó la situación de este Mundial con la del que organizó Suiza… hace 68 años.

“Hay críticas porque se puede acabar en la cárcel por manifestaciones homosexuales… Esa legislación existe en muchos países, existía en Suiza en 1954. ¿Queremos quedarnos en casa a criticar, a acosar, a quejarnos de lo malos que son estos árabes o estos musulmanes porque no permiten ser gay en publico? Yo creo que debería permitirse, pero hay que atravesar un proceso”. Bueno, pues ya está. No pasa nada. Todo bien en Qatar, estamos trabajando en ello, en proceso. O eso le parece a Infantino.

En el turno de preguntas, se le preguntó por la voluntad de varias selecciones de portar un brazalete de capitán con la bandera arcoíris, en defensa de los derechos LGTB. Su respuesta fue elocuente: "Tenemos reglamentos muy claros proporcionados por FIFA, una campaña en defensa de diferentes temas sociales de carácter universal. Tenemos que encontrar campañas a las que todo el mundo pueda adherirse, pero en el terreno de juego solo deberíamos ver fútbol y no otras causas".

También relativizó un asunto más trivial, el que vera sobre la prohibición de vender alcohol en los estadios y sus aledaños: "No es tan dramático no poder beber cerveza durante 20 horas al día".

Y tachó de "racistas" a quienes han criticado o se han reído de los famosos desfiles de aficionados por Doha de los últimos días: "Se habla de los falsos hinchas con aspecto indio. ¿No pueden apoyar a Inglaterra, a España, a Alemania? Esto es racismo, todo el mundo tiene derecho a apoyar a la selección que desee".