Eusébio: el mejor futbolista portugués de la historia

Sus nueve goles en Inglaterra 1966 llevaron a Portugal a ser terceros, su mejor participación en un Mundial

Firmó su mejor actuación en los cuartos (5-3) marcando cuatro goles ante Corea del Norte, que se había adelantado 0-3

Eusébio Da Silva fue el máximo goleador del Mundial de Inglaterra 1966

Eusébio Da Silva fue el máximo goleador del Mundial de Inglaterra 1966 / GETTY IMAGES

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El partido debía disputarse en Liverpool, donde Portugal, en su primera participación en la Copa del Mundo, había derrotado en cuartos de final a Corea del Norte, una de las grandes revelaciones del Mundial de Inglaterra en 1966, en el que la selección anfitriona acabó ganando el que, aún hoy, es su único Mundial. Pero la organización cambió Goodison Park por Wembley y ahí el equipo de Eusébio empezó a perder unas semifinales que debían llevar a los lusos a la gran final.

Lo cierto es que, repasando la trayectoria del combinado que dirigía Otto Glória, Portugal había hecho méritos para ser campeón y gran parte de la culpa la tuvo un futbolista nacido en Mozambique (ex colonia portuguesa) en 1942, Eusébio Da Silva Ferreira, apodado la pantera negra y considerado por muchos el mejor jugador luso de la historia. 578 goles en 575 partidos (471 en 440 con el Benfica) le avalan. Con la selección jugó 61 encuentros y anotó 41 tantos, nueve de ellos en los seis partidos disputados en aquel Mundial de Inglaterra, el debut de Portugal, que fue tercera, aún hoy su mejor participación en una cita mundialista. Los lusos ganaron a Hungría (3-1), Bulgaría (3-0) y Brasil (3-1) en la fase de grupos, donde Eusébio marcó un tanto a los búlgaros y logró un doblete ante la Brasil de Pelé.

Corea del Norte esperaba en cuartos de final y a los 25 minutos ya dominaban 0-3, manteniendo el nivel extraordinario mostrado durante todo el torneo. Hasta que apareció la pantera negra, que protagonizó una de las mayores remontadas de la historia de los Mundiales y Portugal acabó imponiéndose 5-3 con cuatro goles de Eusébio, dos de ellos de penalti. Solo faltaba un último esfuerzo para jugar la final, pero los dos goles de Charlton acabaron con el sueño de los portugueses, que ganaron el duelo por el tercer puesto a la Unión Soviética con el noveno gol de la pantera negra.