Tercera final para Francia en los últimos 20 años

Francia es una fiesta tras alcanzar su tercera final mundialista desde 1998

Francia es una fiesta tras alcanzar su tercera final mundialista desde 1998 / EFE

Sergi Montes

Un clavo saca otro clavo, y sin duda una final de Mundial puede y debe sacar la espina clavada de una Eurocopa perdida en casa apenas dos años después. La depresión gala tras la hecatombe vivida en 2016, cuando cayó ante Portugal en la final de la pasada Eurocopa en Saint-Denis, podrá ser vengada por sus propios protagonistas el próximo domingo en el Estadio Olímpico Luzhniki de Moscú. El combinado ‘bleu’ demostró su condición de favorita ante Bélgica y jugará su tercera final de un Mundial.

La primera que disputó fue la tan cacareada ante Brasil en “su” Mundial de 1998. Para ganarle a la todopoderosa ‘canarinha’ de Cafú, Dunga, Rivaldo, Ronaldo y cía, con victoria final por 3-0 gracias al doblete de Zidane y a otra diana de Petit, los galos se deshicieron de Paraguay, Italia y Croacia. Ya en 2006, la Francia de Raymond Domenech cedió por penaltis ante Italia en una final para siempre recordada por el cabezazo que Zizou le propinó a Materazzi. En el camino, los del ‘Gallo’ dejaron en la cuneta a España, Brasil y Portugal.

O lo que es lo mismo: tanto en este Mundial como en los dos anteriores en que alcanzó la última eliminatoria, Francia tumbó a los rivales teóricamente más duros del cuadro, un hecho que se confirmó ayer en esta vigente edición. Así las cosas, el combinado europeo jugará su tercera final en 20 años y en las últimas seis Copas del Mundo, más que cualquier otra selección. Además, hará prevalecer la maldición del entrenador extranjero, esa “conjura” mundialista que impide que una selección con un técnico foráneo sea campeona del mundo.