Malestar de los medios con la FIFA en las ruedas de prensa

Junto a las mejores 32 selecciones del planeta, en el Mundial de Rusia se dan cita miles de profesionales de la información con el deseo común de realizar el mejor trabajo posible para cumplir las expectativas tanto de sus medios como de sus lectores, oyentes, televidentes e internautas.

Ello provoca un conflicto de intereses entre los medios de comunicación y la FIFA, encargada de coordinar la atención de jugadores y entrenadores en las previas de los partidos y en las ruedas de prensa posteriores a los mismos.

Y ahí están surgiendo algunos conflictos, en gran medida por el arbitrario comportamiento del organismo encargado de organizar este gran espectáculo deportivo que por ahora se está desarrollando de forma notable en líneas generales.

El primer problema surgió el pasado viernes en la rueda de prensa de Fernando Hierro tras el empate ante Portugal en Sochi (3-3), cuando la FIFA impidió a un periodista español realizar su pregunta pese a que era la única que había quedado pendiente. Incluso recibió este profesional un desplante del miembro de la FIFA que dirigía este acto.

En su ánimo de internacionalizar al máximo este espectáculo, el máximo organismo del fútbol mundial prioriza en ocasiones las preguntas de medios de comunicación de otros países y olvida que los verdaderamente interesados en esa comparecencia eran los medios portugueses y los españoles.

Lo de este martes en el Kazán Arena ya ha sido más grave. A las 16.00 h (una hora más en Rusia) estaba anunciada la rueda de prensa del seleccionador iraní Carlos Queiroz y de Masoud Shojaei, exjugador de Osasuna y UD Las Palmas.

La duración anunciada de la atención a los medios era de media hora, incluyendo la rueda de prensa propiamente dicha y las declaraciones a los medios televisivos con derechos.

Después, la de Fernando Hierro y Andrés Iniesta comenzó a las 18.00 h (una hora más en Rusia) y el representante de la FIFA que decidía los turnos de palabras la dio por acabada un cuarto de hora después, tras lo cual ambos atendieron a las televisiones con derechos.

El caso es que un buen número de periodistas españoles no pudieron preguntar pese a que no habría supuesto ningún contratiempo premitir al menos dos cuestiones más.

Un importante contratiempo, ya que en múltiples ocasiones en esa pregunta van añadidos temas o aspectos sobre los que versará el trabajo de los medios. Ello ha provocado quejas y algún que otro grito en la sala de prensa mientras el representante de la FIFA se marchaba sin darse por aludido.