Neymar brilla y Brasil va a cuartos con la ley del mínimo esfuerzo

Joaquim Piera

Brasil no brilló, no encantó y ni mucho menos enamoró, pero ganó. 2-0 y ya está en cuartos de final. Todo gracias a un Neymar, que por fin marcó las diferencias: hizo el primer tanto como si fuera un delantero centro y dio en bandeja el 2-0 a Firmino cuando el partido expiraba.

Dominando las áreas, el conjunto de Tite desactivó a un México, que tal vez mereció algo más principalmente en el primer tiempo.

Atrás, no hay quien le marque un gol a este Brasil (solo ha recibido uno en cuatro choques) y arriba, cuando Philippe Coutinho no decide, hay Neymar, o Willian, o Firmino, que salió y marcó en casi el primer balón que tocó.

MONÓLOGO MEXICANO

Juan Carlos Osorio avisó que la Tri atacaría y el colombiano no fue de farol. Los mexicanos se presentaron valientes, sin complejos,  presionando arriba y colocando hasta nueve integrantes en la zona de ataque, sabiendo que Rafa Márquez estaba de barrendero

Vela, por la izquierda, y Lozano por la derecha, pinchaban por los flancos, buscando la diagonal y haciendo sufrir a Fagner Filipe Luis, los dos laterales reserva de Tite. Brasil, sin capacidad de controlar la medular, se convirtió en pasajero en un partido que tenía la obligación de dominar. 

La Seleçao estaba perdida, aturdida y tambaleante, a merced de lo que dictaba un México con muchísima personalidad, pero sin punch en el último tercio. 

A los brasileños no les quedó otra que cerrarse y achicar espacios, con la solvencia de Thiago Silva y Miranda, la contundencia de Casemiro, y el trabajo defensivo de Paulinho, reculado en el doble pivote. 

Hasta el minuto 24, la Canarinha no se sacudió la presión. Neymar entortó a Álvarez y obligó a Ochoa intervenir. Brasil encadenó dos remates seguidos con Gabriel Jesus, tapado por Hugo Ayala y con Coutinho. Fue un aviso. La pentacampeona daba señales de vida.

México tenía trabajo y una idea, pero fallaba arriba. Brasil, en cambio, sin centrocampismo, era quien mordía con el menino Jesus, desde la punta de ataque, y Cou, insistente desde la media distancia. Y de esta manera, la Canarinha, recordando que cuenta con dinamita para dar un susto en cualquier momento, llego viva al descanso. México le ganó, a los puntos, y a la posesión del balón (51% a 49). 

Y APARECIÓ NEYMAR JR.

Brasil aceleró, dio un paso al frente y ganó presencia en campo rival. Coutinho lo intentó, pero quien rompió la defensa mexicana fue Neymar: inició la jugada, sirvió para Willian que se infiltró muy bien y centró en el área pequeña donde el ‘10’, lanzándose como un ‘9’, marcó el 1-0.

Cinco minutos de personalidad y vocación ofensiva le valieron a Brasil para infringir un directo a los mexicanos. El partido se abrió y en un trallazo de Paulinho (min 58) estuvo la sentencia, pero Ochoa sacó una muy buena manopla.

El escenario de toma y daca era muy favorable a la Canarinha, que explotó la velocidad de Willian, que por fin encadenó unos minutos decentes en este Mundial, y de Neymar, muy entonado.

Los minutos caían, la tensión aumentaba. México lo intentaba más con el corazón que con argumentos de peso. Y Brasil, como hacen los grandes, no perdonó cuando tuvo la oportunidad. Fue en el épilogo, con Neymar inventándose un contragolpe, rematado con solvencia por Firmino. Y se acabó. 

Brasil no cae como otros grandes. Se le criticará el juego, su falta de plasticidad pero ya está en cuartos y con Neymar siendo aquel futbolista con chispa y desborde.