Las increíbles cifras del Mundial

El Krestovski de San Petersburgo ha costado casi 700 millones de euros

El Krestovski de San Petersburgo ha costado casi 700 millones de euros / EFE

David Rubio

David Rubio

El Mundial de Rusia será el más caro de la historia con casi 10.000 millones de euros (678.000 millones de rublos) invertidos tanto en estadios como en infraestructuras, hoteles y modernización de unas comunicaciones excesivamente radiales que obligaban a la gran mayoría de rusos a desplazarse a través de Moscú.

Tratemos de pormenorizar un poco estas cifras empezando por los estadios. De largo, lo más caro del Mundial ha sido la encarecida construcción del Krestovski en San Petersburgo con un coste final de unos 700 millones de euros (no escribiremos las dobles ‘ies’ ni las ‘y griegas’ para simplificar la lectura de los nombres).

más de 3.600 millones en estadios

Le siguen la construcción y remodelación del Olímpico Fisht de Sochi, la remodelación del Luzhniki moscovita (330) y la construcción del Rostov Arena (275), el Samara Arena (265 con mucha incertidumbre por los plazos), el Baltika Arena de Kaliningrado (240), el Niznhy Novgorod Stadium (235), el Mordovia Arena (229), 200 el Spartak Arena y el Kazán Arena (fue una enorme piscina en el Mundial de Natación de 2015) y el Ekaterinburgo Arena (renovado por 180).

De todas formas, el Estadio Fisht, que acogió el duelo entre España y Portugal del pasado jueves, fue construido para los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014, por lo que los 325 millones de euros que costó su construcción no serían imputables al Mundial. De todas formas, la gigantesca cantidad total oficial es de nada más y nada menos que 3.630 millones de euros.

Llama la atención que el Kaliningrado Arena será utilizado por un equipo de la segunda categoría rusa (el Baltika), lo mismo que sucederá con el Nizhni Novgorod Arena y con el Volgogrado Arena. Peor aún es el caso del Fisht, cuya única utilidad seguirá siendo el Gran Premio de Rusia de Fórmula 1 al carecer el llamado Gran Sochi de equipos profesionales tras la desaparición del Zhemchuzhina.

De estas cifras, la mitad la ha desembolsado la FIFA, responsable en última medida de que las instalaciones respondan a las exigencias de una cita que congrega a aficionados de decenas de países. Además, otra parte importante ha corrido a cargo de las empresas privadas, por lo que el Estado ruso apenas ha corrido con una cuarta parte de los gastos en este apartado.

una gran obra pública

Sin embargo, este Mundial traerá muchos más beneficios para el ruso de a pie. Echemos un vistazo a los datos. Se han construido o mejorado 95 lugares de entrenamiento para las selecciones, 20 estaciones y paradas de tren, 16 hospitales y clínicas, 11 proyectos de desarrollo urbano (como la construcción del flamante Paseo Fluvial de Nizhni Novgorod a orillas del Volga) y 10 obras grandiosas de canalización del agua.

De todas formas, el mayor paso adelante ha sido a nivel de movilidad y de servicios en un ingente país con 34 veces más extensión que España. Según cifras que ofrece la publicación ‘Argumenti y Fakti’, se han remodelado 26.000 kilómetros de carreteras y autopistas, se han construido 5.700 nuevos autobuses y vagones de metro y tranvía, se ha dotado a las ciudades de 622 nuevas ambulancias y en total se han creado 220.000 puestos de trabajo, aunque ello cobra una menor importancia por el bajísimo paro de Rusia.

Otro punto clave ha sido la modernización y construcción de aeropuertos en un país en el que gran parte de los desplazamientos internos estaban condenados a hacer escala en Moscú en una estructura abusivamente radial e impropia de un país moderno. Las cifras hablan por sí solas.

El aeropuerto de Volgogrado ha aumentado su superficie en un 280%, el de Samara en un 130% y les siguen los de Rostov del Don (120%), Ekaterinburgo (100%), Kazán (100%), Kaliningrado (70%), San Petersburgo (50%) y Nizhny Novgorod (30%). Incluso los de Moscú han sufrido un nuevo lavado de cara, ya que Vnukovo ha crecido en un 40%, el remodernizado Domodedovo en un 60% y el gigantesco Sheremetievo en un 50%. También se ha 'lavado' la cara a otros como el de Krasnodar, sede de la selección española durante el Mundial.

Mientras tanto, el Gobierno ruso espera que cerca de un millón de turistas extranjeros visiten el país con motivo del Mundial (570.000 confirmados oficialmente), que acabará el 15 de julio con la disputa de la gran final. Éste fue el gran déficit de los exitosos Juegos Olímpicos de Sochi 2014, que congregó a decenas de miles de turistas rusos pero tuvo un escaso impacto en cuanto a ciudadanos de otras naciones.

entradas 'baratas' para los rusos

La media de estancia de los turistas registrados será de 12 días y se espera que todos los estadios estén llenos o rocen el ‘pleno’. Lógicamente, la mayor parte de las entradas se han adquirido por ciudadanos rusos (48%). Llama la atención que el segundo país desde el que más localidades se han adquirido es Estados Unidos  pese a que la mayoría no son nacionales estadounidenses (4,6%), seguidos de brasileños (3,9%), colombianos (3,4%) y alemanes (3,2%).

Por cierto, destacar que las personas con ciudadanía rusa o con residencia en Rusia han podido acceder a la cuarta categoría de entradas, que son unas cuatro veces más económicas que las más baratas a las que pueden acceder los extranjeros (tercera categoría). 

Un ruso pudo ver la ceremonia de inauguración y la ceremonia de inauguraciónel posterior partido inaguural entre Rusia y Arabia Saudí. En cuanto a los partidos de la fase de grupos, la entrada más barata para rusos o residentes en Rusia es de 1.280 rublos (17,5 euros), mientras que en la finalserá de  7.040 (96,4). Por contra, los extranjeros tienen que pagar al menos 6.300 rublos para la primera fase (86,3 euros) y deberán desembolsar un mínimo de 27.300 rublos para la final en el Luzhniki (¡374 euros!).