Griezmann no da la talla Mundial

Jonathan Moreno

En un Mundial exento de calidad hasta la fecha, salvo contadas excepciones, y donde el sopor y los horarios invitan al sesteo vespertino, Antoine Griezmann está contribuyendo con su granito de arena a que ésta sea la peor fase de grupos que se recuerda.

El ‘Principito’ está ausente. Aparece en las alineaciones pero su aportación es mínima. Apenas un gol de penalti y Didier Deschamps que se ha visto obligado a sustituirle ante Perú y Australia. Ante los oceánicos forzó la pena máxima que él mismo transformó. Y frente a los incas deambuló hasta que el seleccionador ‘bleu’ lo retiró del terreno de juego. 

Se especuló con unas molestias en el tendón de Aquiles para apaciguar los ánimos, pero la prensa francesa empieza a dar muestras de hartazgo y a atizar a diestro y siniestro a ‘Grizi’, a quien acusan de ser una sombra del atacante decisivo que es en el Atlético de Madrid.  

Quién sabe hasta qué punto está afectando la ‘Decisión’ a su rendimiento deportivo. El espectáculo mediático que formó en los días previos al estreno ante los ‘aussies’ no está ayudando. El ‘7’ parece descentrado, despistado, omnubilado por la presión que se le viene encima. Griezmann va a ser a partir de ahora el foco de atención. Él mismo decidió serlo, vendiendo su intimidad y creyéndose a la altura de uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos como Lebron James, que ya hizo algo parecido cuando cambió Ohio por Florida. Griezmann no es Lebron, aunque el Atleti le pague como si lo fuera.

¿Banquillazo?

Didier Deschamps anda con la mosca tras la oreja. Al seleccionador ‘bleu’ no le ha temblado el pulso para sustituirle en los dos partidos, pese a la lluvia de críticas que recibió tras el duelo ante Australia. Griezmann está perdiendo protagonismo y ya ha visto cómo Mbappé le ha adelantado por la derecha. Ni la incursión de Giroud en el once -un perfil Diego Costa- ha servido para que el colchonero rinda como lo hace con Simeone en el Atlético.

Con Francia ya en octavos, todavía por determinar si como primera o segunda de grupo, el técnico de Bayona podría hacer rotaciones ante Dinamarca. Deschamps mira al banquillo y ve mucho potencial. Nabil Fekir, Dembélé, Thauvin y Thomas Lemar podrían arrebatarle un puesto en el once a Griezmann. El seleccionador tendrá la última palabra.