El récord de la Roja que no evitó su eliminación

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La Roja se ha despedido del Mundial con un pésimo partido donde, primero, no supo mantener su ventaja en el marcador pero, especialmente, ha sido incapaz de superar el frontón ruso que montó el equipo local en defensa. El KO en la tanda de penaltis deja en un segundo término un dato estadístico que, con otro resultado, sería demoledor.

La selección española, que acabó el partido con un 74% de control de balón por solo el 26% de Rusia, es la primera selección desde 1966 que alcanza los 1.000 pases en un partido de Mundial. Un récord que, naturalmente, no evita la decepción por la eliminación.

Estos dos datos estadísticos confirman, por un lado, la insultante superioridad de la Roja en el terreno de juego. El problema, no obstante, es que esa superioridad no se vio reflejada en ataque, donde el conjunto de Hierro prácticamente no ha encontrado posiciones claras de remate. Y en el fútbol sigue siendo determinante el gol.

A España le ha sobrado control del esférico y le ha faltado más pegada en ataque. Rusia, siendo quizás una de las rivales más asequibles de octavos, ha sabido aprovechar la debilidad de la Roja.