El Día del Padre como terapia

L a selección argentina buscó pasar página ayer a la frustración del empate con Islandia (1-1) e intentó recargar energías disfrutando de la visita de sus familiares en el Día del Padre, que en Argentina se celebra el tercer domingo de junio. Leo Messi pasó la jornada lejos de los suyos, aunque en el seno de la concentración albiceleste.

El astro azulgrana estuvo rodeado por Sergio Agüero, su inseparable compañero de habitación; Marcelo D’Andrea, amigo personal y fisio de la selección, y Pepe Costa, hombre de confianza del jugador en el FC Barcelona.

Pese a no estar con su familia, Leo habló con sus hijos Thiago y Mateo por teléfono. También se comunicó con Antonela y su padre Jorge. Sus hermanos estuvieron en el partido con sus sobrinos Agustín y Tommy, hijos de Rodrigo y Matías.

sesión de recuperación

Por otra parte, los jugadores del combinado argentino entrenaron por  la mañana en dos grupos: los titulares lo hicieron en el gimnasio, donde realizaron ejercicios de recuperación mientras que los suplentes lo hicieron en el cancha principal.

El empate dolió mucho y estuvo presente en los primeros momentos. Fue una decepción y los jugadores lo sintieron como una derrota. Y uno de los más golpeados fue Lionel Messi, quien fue muy crítico consigo mismo y se adjudicó el mal partido de su equipo por haber fallado el penalti. Pero poco a poco fue olvidándose.

La noche del sábado fue de análisis y de replanteos. Los jugadores empezaron a recuperarse después de la victoria de Croacia frente a Nigeria (2-0). Ayer, pese a las lógicas caras largas de preocupación iniciales, el grupo ya estaba mentalizado en la revancha del partido del jueves contra los croatas.

Con el mensaje de “todos juntos podemos”, la albiceleste se ha marcado como objetivo sobreponerse al traspié ante Islandia y derrotando a Croacia el próximo jueves para afrontar la última jornada con opciones de clasificar.